Esa vieja caja presente en los hogares humildes que se guardaba con celo en el armario o la mesilla de noche y constituía su principal patrimonio intangible. Un capital emocional cuyos valores depositados en ese modesto banco del tiempo eran las fotografías de la familia, en el intento por esquivar el olvido que seremos y el deseo de permanecer unidos.
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Educar el sentido. Una competencia clave para el siglo XXI.
Desde que era pequeño siempre busqué conferir sentido y criterio a mis acciones, me llevó muchos años definir el rumbo y encontrar un porqué a mi existencia. Miraba la vida de mis padres y las personas de su generación y, aunque humilde y esforzada, no tenía esa presión existencial. Ahora observo la vida de mis hijas y las generaciones más jóvenes y veo que la tarea de significar la vida se ha convertido en uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo.
Sigue leyendoHacer historia. Una competencia clave para el siglo XXI.
Hacer historia dando forma al presente con las piezas del futuro.
Cuando era pequeño quedaba absorto observando a mi padre haciendo paredes de piedra seca. A partir de una hilera informe de piedras de todo tipo (grandes, pequeñas, angulosas, redondeadas, de pizarra, granito, cuarcita…), sin argamasa alguna, iba levantando una pared perfecta. Las piedras volaban de sus manos y se acoplaban unas con otras como por arte de magia, cual piezas irregulares de lego que encajaban dentro de un puzzle perfecto.
Mirando el avance de la construcción me parecía una obra de arte sublime, de una solidez, armonía y belleza indescriptibles. Tratando de imitarle tomaba piedras del montón y probaba a construir mi propia pared que, a duras penas, lograba levantar algunas decenas de centímetros en un equilibrio inestable y efímero.
Sigue leyendoSer patriota.
Nacionalistas centralistas y de la periferia son la misma cosa, se creen que viven en un cortijo del que son amos, auténticos sátrapas al que el resto de conciudadanos ha de rendir pleitesía con el único mérito de ser propietarios de un relato delirante que les autoproclama jefes del país por derechos históricos o divinos, dueños del Estado y sus símbolos, guardianes de sus esencias. Ambos grupos solo se diferencian por el tamaño del suelo que reivindican como propio, sus proclamas, alucinaciones y anhelos son los mismos, en el fondo se necesitan, potencian y retroalimentan. Cuando uno cobra fuerza hace grande al otro y viceversa, por eso luchan sin parar porque el otro bando gane terreno. Ser patriota es otra cosa. Es ensanchar el mundo y crear concordia haciendo virtud de la diferencia, unir a la gente desde su diversidad en un propósito compartido para construir una vida y un futuro mejor para todos sin distinción.
Sigue leyendoIncansables buscadores de la utopía aferrados a los recuerdos y a la esperanza.
Cuando paro un momento la mente y me pregunto ¿qué es el ser humano? ¿Quién soy yo?Reconozco en mí a un animal al que se le escapa el presente entre los dedos, mientras su lugar es ocupado por los recuerdos del pasado y las expectativas del porvenir.
En esos momentos veo con claridad mi condición de ser imperfecto e inacabado, un individuo sometido a una presión existencial permanente que se ve atrapado en cada minuto de su vida entre la recreación mental de historias del pasado que no volverán y la imaginación de un futuro que no acaba de llegar.