Hace unas semanas saltaba la noticia de un proyecto que se está llevando a cabo por el departamento de investigación y desarrollo del Ministerio de Educación de Israel, en el que se está probando con profesores robots dotados de inteligencia artificial. Todo apunta a que los profesores que basan sus clases en la transmisión de Información para su memorización y repetición en un examen, tienen sus días contados.
¿Se adaptará la educación al Metaverso o será colonizada por los Gigantes tecnológicos?
En el artículo anterior analizábamos como el Metaverso está creando un mundo paralelo al nuestro donde pronto estará interactuando, trabajando y viviendo la mayor parte de la Humanidad, hasta convertirse en el mayor sector económico y de actividades del mundo. Aunque su proyección alcanzará todas las actividades humanas, la educación será uno de los ámbitos que más transformaciones experimente, por ser el dominio que mayor estancamiento ha sufrido lo largo de los últimos siglos.
Las organizaciones inteligentes como las Universidades Populares (FEUP) están realizando en este momento el ejercicio de poner las luces largas, pensar colectivamente y diseñar su hoja de ruta hacia el futuro, teniendo en cuenta los nuevos desafíos y la búsqueda de nuevas respuestas a las interrogantes que plantea un tiempo líquido que por momentos se convierte en volátil. Toda una tarea que se concreta en la elaboración de un Libro Blanco, una carta de navegación que nos permite saber de donde venimos, donde estamos y hacia dónde vamos.
El desafío de ampliar el horizonte de posibilidades de los jóvenes.
Cuando finalicé mis estudios universitarios me pregunté ¿y ahora qué? La respuesta que tenía en la cabeza era solo una y además automática: trabajar para la administración o para una empresa.
Como la jugada no me salió bien, me frustré y extendí mi malestar a mi familia y entorno. Y pensé ¿esta mierda es la vida? Y busqué. Y me formulé nuevas preguntas. Y no me resigné. Y empecé a atar cabos y a encontrar algunas respuestas.
Y busqué maestros que iluminaran mi mente. Y los encontré. Y descubrí donde estaba la clave. Y me empleé a fondo durante años en adquirir y perfeccionar nuevas habilidades para conducir mi vida por otros derroteros. Y las puse en práctica. Y me funcionó. Y lo convertí en mi trabajo. Y busqué un equipo. Y creamos un modelo para reproducirlo. Y lo replicamos. Y entrenamos a otras personas y equipos. Y tejimos redes y alianzas con muchas personas y organizaciones. Y seguimos aprendiendo y jugando cada día al divertido y productivo juego de DESCUBRIR E INVENTAR POSIBILIDADES, CONVERTIRLAS EN OPORTUNIDADES Y MATERIALIZARLAS EN PROYECTOS.
Un nuevo mapa del conocimiento para vivir en el mundo que nos espera.
Te pido que cierres los ojos e imagines una gigantesca mesa de billar del tamaño de millones de campos de fútbol sobre la que hay trillones de bolas en movimiento frenético chocando entre ellas y produciendo carambolas que escapan a tu control, porque eso es la vida.
Jugar a predecir y adivinar una foto fija del futuro resultante de esas carambolas es imposible e inútil, al menos por ahora, hasta que nos ayude la inteligencia artificial y la computación cuántica.