La voz ancestral de las generaciones pasadas no está muerta, nos posee y se manifiesta en nosotros, está en nuestro imaginario, forma parte de nuestra arquitectura de pensamiento, habla por nuestras bocas, actúa desde nuestros cuerpos y piensa en automático por nosotros…
Hasta que no desactivemos la ingeniería social que fagocita el talento, la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo; éstos no arraigarán en nuestras comunidades.
El cambio radical de paradigma que está alterando el tablero político.
El fenómeno acelerado de desideologización y pérdida de conciencia de clase que está experimentando el electorado, trastoca por completo unas estrategias políticas que cogen a pie cambiado a las viejas maquinarias de los partidos.
Los discursos efectivos que apelaban a las identidades y nos recordaban quiénes éramos y de dónde veníamos han perdido su efectividad, sumiendo en un desconcierto a las marcas políticas (especialmente a las de la izquierda). Los votantes de izquierdas que votaban de manera automática han menguado extraordinariamente, una situación de la que muchos partidos y dirigentes políticos parecen no haberse enterado y siguen tocando la misma melodía mientras el barco se hunde.
El mundo rural, un sistema complejo en desequilibrio y riesgo de extinción. A continuación vamos a analizar la debilidad del ecosistema rural en una serie de artículos, al objeto de poder entender los factores, actores, relaciones y mecanismos que están operando en un “sistema ultracomplejo” como es el mundo rural, cuyos diagnósticos y recetas realizados desde las cátedras y despachos, en lugar de ayudar a su desarrollo, están cavando un poco más su tumba.
Hacerse cargo del estado de ánimo de la gente para aspirar a gobernar.
¿Cuál es el estado de ánimo de la mayoría social?
El estado de ánimo de la mayoría de las personas de la clase baja y media baja es: “ahora estoy jodido, yo no soy de esta clase social y aspiro a salir cuanto antes de aquí y mejorar mi vida; sueño con ascender y hacerlo rápido, ganar más dinero y sacar adelante a mi familia… aunque soy pobre en este momento, no me considero pobre y me molesta que me identifiquen como tal, por nada del mundo quiero que me encasillen en esta categoría”.
Y el estado de ánimo mayoritario de las personas de la clase media y alta es: “evidentemente soy clase alta y aspiro a todas sus ventajas porque yo lo valgo, la mayor desgracia que me puede ocurrir es descender o que alguien me considere por debajo de mi categoría ”.
Una parte importante de las personas de clase social baja no solo ha perdido la conciencia de clase, sino que denigran de la clase baja.
Tenemos que tomarnos en serio la tarea de desarrollar personas emprendedoras.
Un proverbio africano dice que los europeos plantan un árbol y quieren recoger los frutos a la semana siguiente. ¡Qué bien conocen nuestra impaciencia y caricaturizan nuestra soberbia!
Y con esto no estoy haciendo un canto a la lentitud ni a la procrastinación, tampoco una concesión a pusilánimes, místicos y contemplativos. Lo único que tenemos que entender de una puñetera vez es que ciertas cosas en la vida requieren una inversión de tiempo y dedicación, cuya consecución implica paciencia activa, tesón, acompañamiento y entrega.