El papel de la SENSIBILIDAD en el aprendizaje y su cultivo en 10 prácticas.

Para aprender de manera significativa necesitamos primero desarrollar sensibilidad. En la educación hemos dado mucha importancia al conocimiento entendido como conjunto de datos e información para ser memorizados y repetidos, ahora comenzamos a hacerlo con el aprendizaje de competencias, sin embargo no hemos reparado en la importancia de desarrollar sensibilidades en el ser humano, pues es a través de su cultivo cuando aparece la necesidad y se abre el espacio para el aprendizaje.

sensibilidad

Aprendemos competencias para desempeñarnos en la vida.

Entendemos las competencias como conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para alcanzar un desempeño; también como los recursos (internos) que es capaz de poner en juego un individuo para resolver problemas y realizar tareas complejas.

La sensibilidad.

El aprendizaje duradero (apropiación) se produce cuando somos sensibles a una realidad.

Aunque la sensibilidad es un rasgo de carácter que puede tener un componente genético (nacen personas propensas y con talentos naturales hacia la música, la poesía, la compasión…); no obstante podemos modelarla, trabajarla, potenciarla y entrenarla (cultivarla).

Podemos educar nuestra capacidad para percibir sensaciones y generar respuestas; experimentar emociones y relacionarnos con los estados de ánimo; entender y sentir los lenguajes y expresiones del arte; cultivar la ternura, la compasión y la caridad; desarrollar nuestra  impresionabilidad, afectividad, delicadeza, emotividad, susceptibilidad, receptibilidad, excitabilidad, humanidad, empatía, asombro…

El cultivo de una sensibilidad permite a cada persona encontrar y desarrollar su talento, vocación, pasión, elemento; a la vez que construir su legado.

La sensibilidad abre el espacio para sumergirnos en lo divino, en la inspiración. Nos proporciona panorámica y ubicación en lo que hacemos, sentido del propósito; desde ella conferimos dirección a las tareas cotidianas que hacemos y a su vez aparece la visión panorámica y perspectiva que nos conecta con el fin; nos permite conjugar y movilizar nuestros recursos internos para dar respuesta a las contingencias, pronunciar la palabra precisa en el momento oportuno.

Los árabes eran sensibles al agua (venían del desierto), sólo así se puede explicar los usos y la tecnología que desarrollaron con ella. Donde los lugareños sólo veían agua, ellos imaginaban construcciones, ingeniería, regadíos, belleza, deleite, abundancia, riqueza.

Messi es sensible al fútbol, sólo él en el fragor del juego puede estar dentro de la jugada y tener a la vez la panorámica para dar el pase perfecto de gol.

Jesucristo era sensible al sufrimiento de los demás, su credo se podría resumir en una frase, en una sensibilidad: ama al otro como a ti mismo.

Es el cultivo de la sensibilidad el que nos abre el espacio para creer que puedo, querer hacer, aprender, emprender, crear e innovar.

A su vez la sensibilidad, tiene que ver con quien soy (las sensibilidades nacen de la exposición a las circunstancias del pasado y sus ecos), con quien puedo llegar a ser (proyectando mi vida en lo que me da sentido), y con lo que puedo ofrecer (concretando la oferta que quiero ser para el mundo).

Antes de adquirir una competencia hay que desarrollar una sensibilidad.

Y cuando nos enfrentamos a la enseñanza y aprendizaje de competencias no lo tenemos presente.

Aprendemos cuando hacemos y nos emocionamos, pero para alcanzar este estadio  necesitamos ser habitados por una sensibilidad, una emoción que nos empuja a aprender. Por tanto, para que nos podamos apropiar de una competencia, necesitamos adquirir una sensibilidad. La sensibilidad abre el camino a la competencia.

Por ejemplo: para entrenar y ser competente en la escucha, necesito ser sensible a las personas a las que voy a escuchar, a sus necesidades y preocupaciones, estar comprometido con ellas. La apropiación de la competencia va unida a una emoción.

Para entrenar y adquirir la competencia de prometer de manera efectiva, necesito ser sensible a la realidad y a las personas a las que voy a formular la promesa, estar comprometido con ellas.

Y así sucesivamente con las 15 competencias que componen el MODELO 6-9.

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Si comenzamos a entrenar competencias por entrenarlas, como quien aprende otra cosa sin más, su aprendizaje no produce el valor que pretendemos porque no está presente la sensibilidad.

Sensibilidad  >  Emoción  >  Compromiso  >  Sentido y criterio  >  Aprendizaje efectivo de la competencia.

Si aprendemos de manera aislada una competencia y sus mecanismos, ésta no fructifica ni genera aprendizaje duradero. Si queremos seres aprendientes, necesitamos seres sensibles (conectando con sus sensibilidades o cultivándolas).

Hace muchos años, entrábamos a saco en el entrenamiento de las competencias genéricas obviando todos los pasos anteriores, el resultado era insatisfactorio porque los participantes tomaban este aprendizaje como otro más en la lógica académica.

El aprendizaje de la competencia es efectivo si se convierte en un medio para alcanzar un fin. Por ejemplo: si no tengo compromiso con el mundo, si me importa un bledo la vida y el futuro de la comunidad a la que voy a escuchar, de nada me servirá practicar los pasos de la escucha.

La precondición para cultivar la competencia de la escucha será conectar con una realidad a la que soy sensible, donde puedo sentirme concernido, comprometido y parte de la solución. Luego, cuando haya aprendido a escuchar en ese contexto, podré extrapolar la habilidad adquirida a otras realidades.

¿Qué sensibilidades poseo? ¿Qué sensibilidades podría adquirir?

En nuestra tradición cultural y sistema educativo no hemos dado la importancia que merece al cultivo de sensibilidades, cuando no lo hemos cargado de connotaciones peyorativas. Por éste motivo necesitamos mejorarlas y potenciarlas a través de una serie de prácticas que tenemos que manejar como educadores, guías y mentores para inspirar y conmover a las personas y las organizaciones.

1. Cultivar las buenas preguntas. Para ello necesitamos estímulos que exciten nuestra imaginación y nos inspiren (un poema, un vídeo, una reflexión retadora), por ejemplo: http://juancarloscasco.emprendedorex.com/los-numeros-de-los-que-nacen-las-grandes-preguntas-que-generan-las-buenas-ideas/

Formúlate cada día una pregunta poderosa y retadora.

2. Abrir los horizontes del mundo personal, del mundo conocido, saltar de nuestra zona de confort a espacios desconocidos.

Haz cada día una cosa diferente.

Las sensibilidades se amplían cuando ampliamos los horizontes de nuestra mirada.

3. Cultivar la capacidad de admiración y asombro por la magnitud del mundo y el misterio de la vida.

Detente cada día a pensar un momento acerca de una noticia sobre un avance científico o un descubrimiento y sus derivas.

Mirar al mundo cada día, escrutar los futuros que se abren, acercarse a los descubrimientos en todos los ámbitos científicos, transitar las fronteras del conocimiento.

4. Cultivar la belleza y la inspiración desde las creaciones artísticas.

Dedica cada día un momento a escuchar tu canción favorita, leer un poema, mirar un cuadro.

5. Cultivar la gratitud, el perdón, el amor.

Da las gracias cada día por vivir, perdónate y perdona a otros, declara amor a tus seres queridos.

6. Cultivar la observación de las anomalías en el mundo, las desarmonías, lo que no funciona, lo que aflige a la comunidad, los problemas…

Observa cada día algo que no funciona y pronuncia en voz baja: este problema es una oportunidad.

Aprender a mirar lo que no funciona con alegría y etiquetarlo como una oportunidad.

7. Cultivar una actitud comprometida y responsable con el mundo.

Declara cada día fidelidad a tus causas, a las cosas que quieres.

8. Cultivar y abrirse a la transformación del mundo y darse permiso para actuar (hábitos proactivos).

Actúa cada día y hazlo con decisión, da cada día un paso más en tu andadura, pon un ladrillo más en tu obra.

9. Cultivar el emprendimiento y el liderazgo.

Hazte cargo de tu vida, traza el rumbo cada día.

10. Cultivar las sinergias y las relaciones.

Trabaja cada día con otros ampliando tu red y fortaleciendo la confianza.

Si trabajas en la educación, la consultoría, el asesoramiento, la transformación cultural de personas y organizaciones, la creatividad, la innovación, el emprendimiento o el liderazgo; la base de tu desempeño comienza con el desarrollo y orquestación de sensibilidades en las personas como lanzadera para que alcancen su máximo potencial.

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Adelante!!!

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4 comentarios en “El papel de la SENSIBILIDAD en el aprendizaje y su cultivo en 10 prácticas.

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  4. Juan Bosco Bernal

    Dr. Juan Carlos Casco. Excelente e inédito arículo. La sensibilidad permite romper las barreras en los aprendizajes. Mejorar la comunicación entre docentes y estudiantes. Crear confianza entre los que ensenseñan y aquellos
    que aprenden . Es una fase previa de aprender a vivir juntos. Saludos y éxitos.

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