El dominio de la declaración para el liderazgo, la dirección y la gerencia (management).
La herramienta más poderosa para crear futuros y reencauzar la historia es la declaración, si aprendes su arte crearás un universo mucho más rico y tendrás en tu mano una fuente infinita de generación de valor social y material. La declaración es una de las palancas que mueve el mundo. Vamos a aprender a manejarla.
Porque declaro lo que declaro pasan unas cosas que no hubieran ocurrido, porque dejo de declarar algo se cierran las puertas para que un futuro que podría haber pasado se materialice.
La declaración fundacional.
Toda gran obra comienza con una declaración fundacional. Y tú estás en esta vida para hacer una diferencia, abrir un camino y construir un legado, así que piensa bien la declaración que vas a hacer al mundo (a tu gente, equipo, organización, familia, amigos, seguidores, clientes…).
Para aprender a hacer tu declaración fundacional te puedes inspirar en la que hizo JF Kennedy a sus compatriotas: «En 10 años enviaremos un hombre a la Luna y lo regresaremos vivo a la Tierra». ¿Te puedes imaginar la energía emocional que desencadenó esta declaración? Seguro que tú, por ahora, no tienes el poder para realizar una declaración efectiva de ese calado. Pero te pido que pienses en grande en torno a tu proyecto vital e inventes una declaración de esas características adecuada a tu nivel de posibilidades y contexto.
Una declaración efectiva precisa que tengas poder o autoridad para realizarla, si no comprometerá seriamente tu identidad. Asegúrate por tanto que tienes la suficiente influencia sobre el grupo de personas al que va dirigida.
Para que surta efecto ha de estar realizada en el lugar y momento adecuados (no es lo mismo si Kennedy hubiera hecho está declaración tomando copas con los amigos en una fiesta que en un discurso solemne a la nación). Por tanto, toma nota y diseña el momento y el lugar para realizar tu declaración, hazlo con una liturgia estudiada y con solemnidad.
La declaración crea el espacio emocional para que las cosas ocurran.
Cuando está bien formulada y en el contexto preciso (tiempo y lugar) produce un auténtico subidón, al hacerse cargo del estado de ánimo colectivo. Pero para canalizarlo debes encauzar la energía mediante sentido, acción y planificación; tienes que planear una hoja de ruta para guiar a la gente en su materialización.
En definitiva, los países, las revoluciones, las instituciones, las empresas, las organizaciones… Nacen de una declaración fundacional bien formulada que encierra una visión y misión de futuro. Sabiendo esto, ya no tienes excusas para hacer una gran obra, lo que te estoy revelando es más valioso que el dinero u otros recursos materiales para crear a lo grande. Ahora no te amilanes, no digas que no puedes hacer lo que realmente quieres. El Universo mediante el lenguaje, y la declaración es sólo el primero de los dominios lingüísticos básicos que te voy a mostrar, ha puesto a tu disposición las herramientas para que lo construyas. «Al principio era el verbo» está en el origen de muchas religiones y cosmogonías, y tiene que ver con el acto de la declaración entendida como primer motor que gatilla la acción y origina el futuro.
Otras declaraciones transformadoras.
Fíjate en el valor de la declaración de la guerra y el efecto que produce, las consecuencias devastadoras que con este acto lingüístico infligieron al mundo personajes como Hitler o Bush. Frente al efecto de la declaración de la paz de Gandhi, Jesucristo, Gorbachov. Piensa también en el poder de la declaración de independencia, por ejemplo de los Estados Unidos (ese país nació de una declaración). ¡Qué potencia atronadora tiene la declaración! ¡Utilízala sabiamente para el bien de la humanidad!
Con las declaraciones fundacionales creas para tu proyecto adhesiones y alianzas, o animadversión y rechazo; depende de tu entrenamiento para hacer buenas declaraciones y ser consecuente con lo que declaras y haces cada día.
Las declaraciones fundamentales.
Para llegar a construir futuros a través de las declaraciones fundacionales y transformadoras, y convertirnos en maestros en el arte del liderazgo, dirección y gerencia (management); hemos de pasar por el aprendizaje de otras declaraciones fundamentales que son esenciales para conseguir la excelencia.
La declaración del sí.
Cuando declaras que sí, te comprometes, te abres a la colaboración y la cooperación. El gesto no te sale gratis pues te obliga a sacrificarte y a hacer en consecuencia. Si cumples lo declarado crecerá tu influencia y autoridad, confiriéndote poder para que tus declaraciones fundacionales tengan fuerza. Si dices sí a los otros y haces cosas por ellos, esa inversión producirá muchos réditos, y se tornará en adhesiones.
La declaración del no.
Es más difícil de realizar que la del sí, pero es necesario decir no cuando queremos decir no, y aprender a hacerlo. Cuando decimos no, evitamos comprometernos y cargarnos de tareas que no están alineadas con nuestro propósito. Pero no es gratuita, porque nos cierra posibilidades, y si nos reiteramos, quedaremos aislados y los demás dejarán de contar con nosotros. Tus declaraciones fundacionales no tendrán influencia sobre las personas a las que declaraste un «no».
La declaración de amor.
Nos abre a la faceta más intensa y transformadora de la vida, generadora de explosión emocional, creativa y de acción. Declara amor a tu pareja, a tus padres, a tus amigos, a lo que haces, al mundo, a la vida… Si lo haces sinceramente, el mundo cambiará con la declaración y sentirás la inspiración y el fluir del Universo en la dirección de la perfección. La declaración de amor también está en la base de las principales religiones y cosmogonías. El amor y su declaración transforman al ser y crean un campo expansivo de alta energía, eso ya lo sabes por experiencia.
La declaración de perdón.
A uno mismo y a los demás, por este orden. Primero aprende a perdonarte, a hacer las paces con tu pasado. Te ayudará a entender que eres un ser inacabado, abierto al aprendizaje, el crecimiento y la transformación. Después aprende a declarar el perdón a los otros, a quien te causó quebranto, a dejar de vivir preso del resentimiento. Cuando dices: me perdono, te perdono; sentirás como el curso parado del río de tu vida se desatasca y comienza a fluir de nuevo.
La declaración de gracias.
Por vivir, por estar aquí, por estar en un Universo amigable, rico y abundante. Dar las gracias de verdad a la vida como lo hacía Mercedes Sosa en su canción. Aprender a sentir y decir ¡GRACIAS! Te ayudará a reconocer en cada momento las cosas buenas que te ocurren, a que no te pasen desapercibidas, cada vez que dices gracias, estás diciendo, algo bueno está ocurriendo, soy consciente de ello, lo reconozco y lo agradezco. Cuando aprendas la práctica de esta declaración, la energía se focaliza por inercia en lo bueno y lo positivo, y se achica el espacio del mal y la negatividad. El efecto beatifico de declarar «gracias» está en la raíz de las grandes corrientes culturales y religiosas, alguna de ellas incluso tiene un día para esta declaración.
Si quieres liderar y hacer una diferencia con tu vida, aprende a utilizar con maestría estas declaraciones básicas y a verbalizarlas en tus conversaciones diarias, sé plenamente consciente cuando las realizas, y cuando las hagas utilízalas con toda su potencia. Irán allanando el camino para que tus declaraciones fundacionales y transformadoras alcancen su máxima eficacia.
Adelante!!
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