10 claves para elegir a los líderes que pretenden representarnos.

Una sociedad sin liderazgo es como una nave sin rumbo. 2024 es un año electoral clave plagado de elecciones de magnitud continental (Estados Unidos, Unión Europea, India) y nacionales (México, Corea del Sur, Sudáfrica…) en las que el mundo se juega su futuro. Y también concurren muchos de procesos electorales para elegir líderes de partidos políticos y organizaciones donde nos estamos jugando el futuro de nuestras ciudades y comunidades. 

Y todo esto en un panorama complejo con grandes desafíos, transformaciones y cambios que están provocando una tensión sin precedentes en nuestras sociedades. Con una ultraderecha en alza que encuentra un campo abonado para capitalizar la desesperación y el descontento, una derecha que cae en su campo de gravedad y pierde su centralidad, y una izquierda desinflada que no ha sabido renovar su oferta política para seducir a la ciudadanía.

Ante esta situación es muy importante preguntarse, ¿en qué cosas tenemos que fijarnos a la hora de elegir a nuestros líderes?

  1.  En su visión del futuro (¿qué visión tiene del mundo que viene?, ¿cuál es su relato del futuro?).
  2. En el proyecto político que nos ofrece (¿tiene un proyecto de futuro para la comunidad?, ¿es capaz de unir a la gente desde sus diferencias?, ¿qué legado quiere dejar?).
  3. En su arrojo y valentía (¿es capaz de arriesgar y atreverse a hacer cosas grandes y retadoras?, ¿ya lo ha intentado antes?).
  4. En su capacidad para crear estados de ánimo colectivos positivos (¿qué capacidad tiene para inspirar y movilizar a la gente?).
  5. En su fortaleza emocional y capacidad para encajar reveses y sobreponerse a ellos y su actitud ante el éxito (¿cómo se ha sobrepuesto sus derrotas?, ¿cómo se ha comportado tras las victorias?).
  6. En su flexibilidad y capacidad de lidiar con el cambio y la incertidumbre (¿es capaz de escuchar y abrirse a los demás?, ¿tiene el coraje de cambiar de punto de vista y actuar en consecuencia?).
  7.  En su historia personal (¿qué historia tiene?, ¿qué cosas ha hecho?). Parafraseando al papa Francisco, no confíes en los salvadores sin historia.
  8.  En su credibilidad (¿qué valor tiene su palabra?, ¿cumple lo que promete?).
  9. En su capacidad para crear equipos (¿de qué gente se rodea?, ¿es capaz de atraer el talento y a los mejores?).
  10. En su capacidad organizativa y de movilización (¿es competente para  convocar a la gente ante un propósito?, ¿es capaz de organizar a la gente para que entregue lo mejor de sí misma?).

Nuestro futuro depende en gran medida de nuestra capacidad para elegir a las personas más competentes. Los líderes que encumbramos y su calidad también refleja un poco quiénes somos. Su elección, antes que de ellos, habla de la condición de nosotros como electores y de nuestra altura verdadera.

Adelante!!!

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