
RESUMEN DEL ARTÍCULO
Sigue leyendoLa vida es la suma de un puñado de conversaciones que nos marcaron. De esos momentos donde una sola palabra, una sola conversación, puede dejar una huella indeleble y cambiar el rumbo de nuestro destino. La palabra tiene el poder de convertirse en una sentencia o en un estímulo, de condicionar el futuro o de abrir uno nuevo. Frases como «Tú no sirves para esto» o «No tienes talento» pueden limitarnos, mientras que «Eres muy importante para mí» o «Tú puedes hacerlo»nos impulsan a ser nuestra mejor versión.
No importa si esa palabra llegó como un puñal envenenado o como una brisa sutil, lo crucial es que tiene la fuerza para cambiarnos. Ella moldea nuestro interior, forja nuestro carácter y define nuestro legado. Viaja a tu memoria y encontrarás esas palabras que te golpearon, pero también aquellas que te inspiraron y te recordaron tu valor.
Las palabras de las personas a las que damos autoridad se elevan a la categoría de verdad y las guardamos para siempre. Pero recuerda, la palabra también es un regalo que tenemos para inspirar y ayudar a crecer a los demás. Su antítesis y complemento esel silencio. Habla solo cuando lo que vayas a decir sea más poderoso que tu silencio, porque este también puede convertirse en una palabra atronadora.
La palabra construye la realidad y crea el futuro. Es la llave que rompe nuestra crisálida, la que nos permite alcanzar la mejor versión de nosotros mismos. Como dijo Fernando Flores, «la palabra nos trae futuros a la mano». Y aunque el camino sea difícil y te sientas hundido, perdido y solo, siempre te quedará la palabra para levantarte, para crear y para transformar tu destino.
Adelante!!!