Dedicamos la mayor parte de nuestra vida a acumular conocimientos, conseguir títulos universitarios y hacer méritos individuales. Y cuando han pasado los años y miramos a nuestro alrededor resulta que las personas exitosas son las que se han empleado a fondo en cultivar relaciones.
Cuentan que un príncipe para conocer las debilidades de su reino pidió a un sabio que le trajera ante sí a personas con el mal de la desconfianza, la resignación, la codicia, el resentimiento o el miedo. Pasado el tiempo, el sabio se presentó en la corte en compañía de un hombre. El príncipe le reprochó que no había cumplido su encargo, a lo que el sabio respondió: majestad estáis ante un envidioso, y la envidia, es la enfermedad más extendida de vuestro reino en la que se encarnan todos los males que invocasteis.
Imagen generada por Inteligencia Artificial (DALL-E).Sigue leyendo →
Cada uno de nosotros está hecho de dos materiales: singularidad y vulgaridad. En el interior de cada ser humano hay una parte genuina y otra que es común a la especie. Para que una persona alcance su máximo potencial y la mejor versión de sí misma, es necesario cultivar su identidad en un equilibrio entre lo propio y lo compartido. Para lograrlo necesitamos un nuevo enfoque y una nueva agenda educativa.
Detrás de cada niño hay un ser auténtico, un talento reconocible y diferente, un genio creador y un artista en potencia que podría materializarse si la educación cumpliera la función de alcanzar el máximo desarrollo de cada persona.
Conviértete en una persona poderosa manejando las funciones ocultas del lenguaje. El poder es la capacidad que tenemos para que las cosas se hagan. Decimos que una persona es poderosa cuando es capaz de influir en el curso de los acontecimientos para que las cosas ocurran. El poder para hacer (ampliar nuevos horizontes) y abrir posibilidades es una función esencialmente lingüística, una habilidad conversacional, una forma de hablar poderosa que se aprende. Vamos a ver los 3 momentos en los que se crea la realidad, las 3 funciones del lenguaje, los 2 códigos lingüísticos, los 2 estados estados de ánimo, los 3 ejes conversacionales, y la combinación de todos ellos para hacer de ti una persona con poder.
Detrás de esta afirmación hay una terrible realidad. Una planificación consciente para reproducir la pobreza, cuyos protagonistas desde la educación son inconscientes del proceso. Cuando era pequeño tenía buenas preguntas, la escuela me las fue eliminando, tuve la ocasión de conocer y vivir muchos años con personas que sufrieron los horrores de la guerra y la dictadura, años después entendí que yo mismo era un producto más de esas miserias, vivía en un ecosistema global que reproducía la pobreza de manera intencionada y programada.