El futuro de la Educación. Una mercancía en manos de grandes empresas.

En 15 años la mayor parte de nuestras universidades habrán desaparecido o se habrán convertido en marginales, fagocitadas por grandes compañías y brokers tecnológicos.

En 2017, durante los trabajos preliminares para la creación de la Universidad Abierta en Línea de NIcaragua (una Universidad creada y participada por las principales universidades del país y liderada por el Consejo Nacional de Universidades), mi discurso en el acto inaugural con los rectores y rectoras, comenzó así: “traigo dos noticias, una buena y otra mala. La mala es que de no hacer cambios en nuestras universidades, en 15 años estarán en riesgo de desaparición  o de convertirse en marginales e irrelevantes. La buena es que lo vemos venir y podemos comenzar a revertir la situación ahora, impidiendo que esa distopía se materialice. Está en nuestra mano hacerlo pero tenemos que actuar ya…”.

Para entender los movimientos que se están comenzando a producir en la educación superior tenemos que mirar cómo está evolucionando el mundo de la tecnología, la sociedad, la economía, la producción y el trabajo. Los procesos de concentración y especialización inteligente en un reducido número de operadores a escala global son una tendencia imparable: producción de aparatos electrónicos (Apple), comercio global (Alibaba y Amazon), fabricación de vehículos eléctricos (Tesla), … Y esta deriva no es ajena la educación superior, un “mercado” en el que van a entrar a saco un reducido número de Gigantes tecnológicos que en muy poco tiempo pueden fagocitar y sustituir a la mayoría de las universidades de todo el mundo, un negocio en el que toman posiciones también los brokers tecnológicos (empresas posicionadas en la red con más oportunidades competitivas por flexibilidad, eficiencia en los negocios, redes de contactos, capacidad para organizar el trabajo, mejor calidad de servicio y sistemas de colaboración efectivas con empresas, proveedores y clientes).

Cuando grandes empresas como Google y los brokers tecnológicos asalten el “mercado” de la educación superior ¿cuál será la capacidad de reacción de unas universidades obsoletas y ancladas en el pasado?

El músculo financiero, la flexibilidad, la disponibilidad de recursos tecnológicos y humanos,  y la capacidad de crear economías de escala por parte de operadoras como Google, pueden generar una oferta atractiva de programas formativos a un coste menor que la mayoría de las universidades. Además, en sus plantillas pueden reunir a los mejores académicos y referentes del conocimiento en todas las materias (premios Nobel, investigadores, expertos en cualquier materia…). Y desde el punto de vista tecnológico su potencia es inmensamente superior a la de cualquier universidad (plataformas tecnológicas, industria 4.0, laboratorios digitales, inteligencia artificial…). Por no hablar de las oportunidades de trabajo e inserción laboral, acceso a contactos, conexión con el mundo empresarial, redes de relaciones …

¿En estas condiciones, a la mayoría de los estudiantes del mundo, les será más atractivo seguir unos estudios y conseguir una certificación de Google o el MIT, o el título que les ofrece una universidad desconocida y obsoleta de su país?

La labor que lleva a cabo una universidad tradicional puede ser realizada y mejorada perfectamente por cualquier empresa o iniciativa con mayor eficacia y eficiencia, entre otras cosas porque las universidades son pesados mastodontes sujetos a una lenta burocracia, sin conexión con las empresas y el mercado laboral, endogámicas y refractarias a la innovación;  frente a unas corporaciones que toman decisiones de manera ágil y las implementan sobre la marcha.

Las personas que defendemos la educación pública estamos muy preocupadas por el desarrollo de los acontecimientos y los escenarios que se dibujan en el horizonte. El problema de la universidad es que ha vivido mil años sin competencia, y cuando una institución permanece durante tanto tiempo en esa placidez, pierde sus mecanismos naturales para la evolución y adaptación a las nuevas realidades, generando una sensación de falsa seguridad y una zona de confort de la que la mayor parte de sus miembros no quiere salir. En los próximos años la competencia de los Gigantes tecnológicos y brokers va a ser descomunal (en algunos casos de manera individual y en otros en alianza con las “grandes marcas universitarias” como Harvard, Cambridge o Stanford). Para la mayor parte de las universidades del mundo será una batalla desigual, similar a una guerra donde un ejército combate con caballos y otro lo hace con tanques. 

Las universidades tienen que comenzar a ofrecer servicios de calidad en los que pueden ser más competitivas si no quieren quedarse sin “clientes”. 

O las universidades comienzan a cambiar en este momento, o la marcha de los acontecimientos las cambiará de una bofetada. Igual que Amazon, Apple o Tesla se están haciendo con los negocios del comercio, los teléfonos inteligentes o el vehículo eléctrico; unas cuantas de empresas (gigantes tecnológicos) se van a hacer con una parte muy importante del “mercado de la educación” en muy pocos años. La inmensa mayoría de las universidades que no ofrezcan un valor añadido, desaparecerán o se convertirán en marginales e irrelevantes.

A las empresas actuales, a la hora de contratar a sus trabajadores, les importa un bledo los grados, másteres y doctorados que tenga un candidato. De hecho, empresas como Google, en sus procesos de selección no preguntan a sus futuros trabajadores los títulos que tienen ni sus conocimientos, sino qué cosas prácticas y útiles saben hacer y qué valor pueden aportar a la empresa. Las empresas necesitan personas con nuevas habilidades que no se trabajan en las viejas universidades.

En un entorno global y de incertidumbre, las empresas buscan personas creativas, capaces de idear nuevas soluciones (innovación), resolver problemas, sensibles a las nuevas necesidades de los clientes (capacidad de escucha y empatía), hábiles en el análisis del entorno y la identificación de nuevas posibilidades para la empresa, con una actitud proactiva y propositiva, capaces de inventar nuevas ofertas, crear redes de relaciones, trabajar en equipo, autogestionar su trabajo, planificar de manera flexible, crear espacios emocionales expansivos, ser impecables en la realización del flujo de trabajo, evaluar y reprogramar de manera permanente… emprender y liderar. Y la mayoría de las universidades son completamente ciegas a esta realidad.

En los próximos años vamos a asistir a un trasvase global de estudiantes de las universidades tradicionales a otras opciones educativas mucho más flexibles y actualizadas a sus necesidades, una tendencia que va a ser imparable.

Un nicho importante donde las universidades pueden hacerse fuertes va a estar en el desarrollo de las competencias clave para el siglo XXI, que aunque se denominan blandas (soft skills), son las competencias esenciales para trabajar y vivir en un mundo extremadamente cambiante y competitivo. Éste es el ámbito donde nuestras universidades pueden convertirse en proveedoras de habilidades críticas para los profesionales del futuro.

Una línea de trabajo está en implantar procesos, programas y metodologías para la adquisición de las referidas competencias de manera masiva y abierta para todos los profesores y estudiantes (un ejemplo a seguir como en el Modelo 6-9 que hemos llevado a la práctica con universidades, gobiernos e instituciones educativas). Otra línea es incorporar el concepto y la tecnología de los Fab Labs para generar una propuesta híbrida que aúne el aprendizaje de las soft skills más las competencias tecnológicas asociadas a la Cuarta Revolución Industrial, y su implantación en los centros educativos y universidades (ver: https://juancarloscasco.emprendedorex.com/las-nuevas-formas-de-producir-trabajar-y-aprender-del-fab-lab-al-skill-fab-lab/).

Desde estas dos líneas estamos trabajando decididamente con gobiernos, universidades y organizaciones para revitalizar la oferta de las instituciones educativas mediante el desarrollo de un cambio cultural y la implantación de programas para el aprendizaje de la innovación, el emprendimiento y el liderazgo, un conjunto de propuestas en las que nos ofrecemos para colaborar con gobiernos, entidades educativas y universidades:

  • Implantación de programas de capacitación masiva y abierta a través de contenidos MOOC con refuerzo de acciones presenciales a todos los estudiantes de la universidad y apoyo puntual de acciones presenciales. De esta manera la universidad o centro educativo ofrece a sus estudiantes la posibilidad de conseguir un título oficial y una certificación adicional que garantiza la adquisición de competencias clave (innovación, emprendimiento y liderazgo).
  • Capacitación extraordinaria del profesorado en competencias para la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo; como punto de partida para ser trabajadas con los estudiantes.
  • Implantación de laboratorios de innovación en las universidades y centros educativos, siguiendo la lógica e hibridando en dichos espacios el aprendizaje de las soft skills + competencias digitales y las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial.
  • Aplicación de la metodología del ABP al objeto de que cada estudiante desarrolle su proyecto vital (1 estudiante, 1 proyecto vital), mediante la implantación de nuevas técnicas de innovación educativa (aprendizaje activo, auténtico, basado en la investigación, solución de problemas, retos, colaborativo, flexible, invertido, experiencial-vivencial, para el servicio, construccionismo, conectivismo, aprendizaje autoorganizado, espacios makers, gamificación, mentorización, entre pares, basado en casos… aprendizaje basado en proyectos).
  • Formación masiva y abierta MOOC para la capacitación de todos los estudiantes matriculados en la adquisición de competencias genéricas (soft skills) y su aplicación práctica al emprendimiento y el liderazgo.
  • Programa de mentorización y apoyo individual a cada estudiante en el desarrollo de su proyecto vital mediante acciones MOOC y refuerzo presencial de profesores/mentores.
  • Plan de orientación laboral, Implantacion de un servicio de  orientación laboral para todos los estudiantes que les ayuden a enfrentar sus desafíos laborales y profesionales. 
  • Apoyo a la capacitación y a la implantación de procesos con la dirección y equipos responsables de implementar los cambios en las universidades y centros educativos. 

Desde aquí invitamos a los gobiernos universidades y centros educativos a trabajar juntos para construir una nueva educación que responda a las necesidades del nuevo tiempo, impidiendo que la educación se convierta en un producto más de mercado en manos de un reducido número de grandes empresas, un futuro que se antoja más que plausible si no hacemos nada ahora.

Adelante!!!

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