Educación 2050.

Un trabajo para comenzar a construir hoy la educación del 2050 en torno a los grandes desafíos sociales, económicos, tecnológicos y laborales de nuestro tiempo; planteando un conjunto de acciones prácticas para transformar la educación desde la experiencia de más de 20 años en el desarrollo de proyectos de transformación educativa en diferentes países.

Educación 2050 forma parte de cuatro trabajos de prospectiva que comenzamos a elaborar en 2015, el primero de los cuales es Extremadura 2050, publicado en 2019 y los que cerrarán la serie son España 2050 y Global 2050.

La importancia de pensar a largo plazo en la educación tiene sentido siempre que haya una voluntad y decisión inquebrantables para actuar ahora. En la realidad en la que vivimos es más importante la acción que la reflexión. Por ese motivo nos hemos aventurado a escribir Educación 2050, porque con anterioridad hemos dedicado 20 años a hacer, a abordar innovaciones educativas desde la praxis en diferentes países con diversos actores educativos.

Para diseñar el futuro de la educación no podemos preguntar al pasado, aunque este ejercicio era útil cuando el mundo era estable y la realidad sólida, pero se volvió arriesgado cuando se convirtió en líquida, e inútil cuando se ha vuelto volátil.

Tampoco podemos empezar a hacer realidad hoy la educación del 2050 sin un ejercicio de prospectiva, desde el análisis de las grandes tendencias del futuro. No podemos adivinar el futuro, pero sí conocer sus inercias y plantear escenarios para elaborar respuestas inteligentes en el presente. 

En la construcción de una realidad tan multipolar como la educación no funcionan los consensos, porque el consenso supone un acuerdo de mínimos que en la práctica se traduce en dejar las cosas como están. Hemos de aceptar que la invalidez del consenso en determinados asuntos ha de ser suplida por un liderazgo apoyado en la autoridad de personas que gozan de prestigio internacional. Cuando no hay consenso posible, solo es posible avanzar desde el liderazgo.

Aunque el futuro es esquivo y va por libre, la única forma de encauzarlo es creando una visión acorde a sus tendencias, capaz de generar un nuevo relato que dé un sentido y significado histórico a la comunidad educativa y se haga cargo del estado de ánimo de la gente.

Los descontentos del presente, si se canalizan bien, a la postre son los logros del futuro; unos logros de los que toda la sociedad termina apropiándose y sintiéndose orgullosa (incluso aquellos que se opusieron abiertamente). Así ocurrió con el Primer Contrato Social de la Educación por el que se logró la educación gratuita y obligatoria, con el Segundo que extendió la formación universitaria, y ahora con el Tercer Contrato Social de la Educación que se está gestando en este momento para hacer frente a los grandes desafíos sociales, económicos, tecnológicos y laborales del siglo XXI.

Educación 2050 aborda desde la praxis un nuevo paradigma educativo,  superador del actual que está completamente agotado en sus planteamientos, estándares y varas de medir. Un modelo empecinado en unos parámetros obsoletos impuestos por organismos como la OCDE o los informes PISA.

Educación 2050 plantea respuestas prácticas a los desafíos de una nueva era, el Virtuceno, que está removiendo los cimientos mismos de la civilización y avanza imparable. Pese a la emergencia del coronavirus, las grandes tendencias del futuro siguen siendo las mismas, únicamente se ha acelerado su progresión en los ámbitos de la economía, la tecnología, el trabajo o la educación. 

Educación 2050 no arroja datos ni cifras, no describe el mundo de la educación, sino que pone encima de la mesa las claves y acciones prácticas para transformarla.  El ejercicio de reunir la información, datos y cifras que avalan las tendencias son accesibles y fáciles de obtener a través de numerosas fuentes documentales que avalan el fracaso de un modelo agotado. 
Nuestro propósito es construir los caminos, poner en práctica las experiencias y generar nuevas propuestas con las que los organismos internacionales, gobiernos e instituciones educativas puedan diseñar nuevas políticas públicas, programas y proyectos de innovación educativa.

Cuando hablamos de educación desde un enfoque holístico, el análisis se derrama e invade otros campos como el mundo de la tecnología, la economía, la filosofía o el trabajo, pues todos ellos están interrelacionados y forman parte de una misma realidad y unidad de acción. Por ese motivo tratamos el cambio educativo desde la óptica del mundo económico, laboral o tecnológico.

La educación a lo largo de la vida, el aprendizaje de competencias clave, el desarrollo de la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo como alternativa a un empleo cada vez más escaso, el desempleo estructural, los nuevos roles de los actores educativos… Son aspectos clave que se abordan en 2050 para avanzar un nuevo paradigma educativo, que es inmaduro aún y no tiene respuestas a todos los interrogantes que se plantean, por lo que convoca a la comunidad educativa internacional para construirlo entre todos.

No sabemos cómo va a ser el mundo del futuro pero sí sabemos qué competencias serán esenciales para que las personas construyan sus proyectos vitales, por ese motivo proponemos avanzar rápido y hacer cambios cuanto antes. No sabemos las necesidades que tendremos en 2050, pero sí sabemos las habilidades que necesitaremos para satisfacerlas.

Para comenzar a hacer realidad hoy la educación de 2050 necesitamos líderes de verdad, se precisa coraje y valentía política en los gobernantes. Tomar decisiones que pueden ser valoradas como impopulares por los adalides del cortoplacismo.

La educación necesita líderes que estén por encima de la miserable refriega política del día a día, líderes que piensen en las futuras generaciones antes que en las próximas elecciones, líderes que tengan un proyecto de país a largo plazo y una hoja de ruta educativa para hacerlo realidad. 

Si aparecen dirigentes capaces de pensar en el futuro y comprometerse con el cambio, estaremos en la antesala de un nuevo estilo de hacer política y ante una gran oportunidad para la educación que puede ser bien valorada por los votantes. 

Si las familias hacemos inversiones en la educación de nuestros hijos y  esperamos 20 años o más para esperar resultados ¿Por qué nuestros gobiernos no pueden actuar de la misma manera?

Para quienes quieran hacer el ejercicio de pensar a largo plazo y actuar de manera inmediata, Educación 2050 les aporta claves fundamentales.

Pensar la educación del 2050, la España del 2050 y el mundo Global de 2050 es un ejercicio que tiene sentido si empezamos a actuar hoy. Nosotros lo estamos haciendo y te invitamos a que te sumes.

Adelante!!!

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2 comentarios en “Educación 2050.

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