Mundo rural: relato sin alma y políticas sin corazón. Claves para armar el nuevo relato rural

Este artículo ha sido elaborado por Juan Carlos Casco y José Vicente Granado.

RESUMEN DEL ARTÍCULO 

El discurso actual sobre lo rural gira en torno a adjetivos despectivos (vacío, ruinoso, viejo). Dado que el lenguaje crea realidades, estos relatos afectan nuestro ánimo y determinan nuestras filias y fobias. Para construir una nueva identidad rural, es crucial crear un relato capaz de fraguar en el imaginario colectivo y despertar un interés renovado.

Este nuevo relato debe contener tres principios esenciales:

  • Ethos: la expresión de su verdadera esencia y espíritu.
  • Logos: una base racional y creíble, apoyada en datos verificables.
  • Pathos: una dimensión emocional que conmueva y conecte con los demás.

A partir de estos principios, hemos de incorporar una serie de ingredientes: inmersión sensorial, apropiación, autenticidad, sentido del futuro, inspiración y motivación para orquestar la mente del público.

Un relato sin alma produce políticas sin impacto. No se pueden cambiar las realidades rurales solo con recursos materiales; se necesita un cambio en el relato colectivo. Para lograrlo, son imprescindibles artistas y creadores que revelen la belleza del mundo rural y reafirmen su valor esencial.

Adelante!!!

ARTÍCULO COMPLETO

Nada hay más desesperanzador que el discurso dominante sobre lo rural en torno a adjetivos que lo denigran (vacío, vaciado, desierto, ruinoso, viejo…). El lenguaje es generativo (crea realidades) y trae futuros (negros o de colores) a la mano, dependiendo del sentido de los mensajes que verbalizamos. Al final, los relatos y discursos tiñen nuestros estados de ánimo y emociones, determinando nuestras fobias y filias, rechazos y propensiones. Quienes tienen el poder para tomar decisiones sobre lo rural están presos de un discurso sin alma y no son capaces de escapar a su fuerza centrípeta. En este artículo vamos a abordar las claves para avanzar hacia un nuevo relato y discurso rural.

El futuro del mundo rural depende de la fuerza de su relato

Su penetración en la narrativa colectiva y las conversaciones sociales determinará su suerte. En nuestras manos está hacer bien esta tarea, un arma poderosa que hay que saber manejar porque tiene retroceso. Un buen relato tiene poder generativo y se puede convertir en una profecía autovalidada; pero uno malo puede condenarnos por generaciones.

El primer objetivo de un nuevo relato de lo rural es permanecer vivo en el imaginario colectivo

La mente humana está programada para escuchar, memorizar y contar historias. Todo mensaje de lo rural es mucho más eficaz si se transmite a través de historias inspiradoras que hablen de su esencia. Pese a todos los avances científicos y tecnológicos en los que vivimos, la oralidad sigue siendo la forma más influyente con la que creamos y sembramos nuevas realidades. Desde el principio de los tiempos, nuestro afán ha sido contar historias. A través de la fórmula de contar buenas historias de lo rural, poniendo en valor sus categorías estéticas genuinas y singularidades, tenemos la piedra filosofal para cambiar su imagen denostada por otra nueva y más amable. Un buen relato de lo rural tiene la fuerza para conectarnos con la poética de la vida y fortalecer el lazo que nos une a los demás; es el hilo de Ariadna con el que salir del túnel de la desesperanza y la luz para abrirnos a nuevos horizontes.

Ethos, logos y pathos: los tres componentes esenciales para armar el nuevo relato rural

Y, llegados a este punto, tenemos que recurrir a Aristóteles y su tratado La Retórica para tomar como referencia los tres elementos constitutivos del discurso, que ponen en evidencia la pobreza dialéctica de la administración, los académicos, gurús y spin doctors de lo rural. La tarea de construir una nueva identidad rural ha de realizarse desde la inclusión de los referidos elementos en la elaboración de los nuevos relatos sobre lo rural:

  • La expresión y revelación de la verdadera esencia rural, su espíritu (ethos rural).
  • Su fundamento racional, que le da credibilidad, basado en datos e información contrastada (logos).
  • La dimensión emocional que apela a los sentimientos reales para tocar el corazón de los demás, capaz de conmover e inspirar (pathos).

La clave para hacerlo magistralmente, como en la elaboración de un buen perfume, no está solo en la presencia de los tres principios, sino en la justa proporción de los mismos.

Recursos para armar el relato y crear miles de nuevas historias influyentes de lo rural

A partir del ethoslogos y pathos, hay una serie de técnicas para construir las nuevas narrativas rurales:

  • Inmersión: construye una historia que implique los cinco sentidos y en la que el público pueda sumergirse.
  • Apropiación: haz que la gente pueda hacerla suya y apropiarse de ella.
  • Sentido: introduce elementos que apelen a su vida, sean reconocibles y le den sentido a su existencia.
  • Motivación: proporciona la fuerza para mover a la acción.
  • Credibilidad: muestra una razón de ser poderosa y verdadera.
  • Memorable: fácil de recordar y contar.
  • Auténtica: singular, genuina e inconfundible.
  • Vivencias personales: historias personales que conecten con el sentir del público.
  • Poética del ser: nos inspira más el dominio emocional de los poetas que el racionalismo cartesiano de los intelectuales o los científicos.
  • Identidad selecta: consigue que las personas a las que va dirigida se sientan especiales y parte de un selecto club.
  • Enfoque en el futuro: entrega una visión poderosa del futuro que dé sentido a la vida de la gente.
  • Convocatoria a la acción: convoca a las personas a hacer algo juntas, desde la colaboración y la intergeneracionalidad.
  • Legado: proporciona un sentido de propósito superior y trascendencia.

De la narrativa al discurso: claves para el nuevo discurso rural

Ten presente que el discurso te da poder si está bien armado, pero también puede quitártelo. No trates de contentar a todos, sino de inspirar a la mayoría. Antes de hablar, ten bien pensado qué quieres decir y qué quieres conseguir con lo que dices. La duración ha de ser precisa. Busca algo nuevo que inspire. Habla a los intereses de las otras personas antes que a los tuyos. Piensa en el recuerdo que quieres dejar en la mente del público y diséñalo con precisión. Aprovecha tu discurso y tu momento para poder crear una experiencia nueva en el auditorio. Orquesta la mente de los demás en torno a un propósito.

Políticas sin corazón

De un relato sin alma que prevalece a lo largo de generaciones, no se puede esperar otra cosa que unas políticas y propuestas sin corazón. Quien piense que la realidad rural se puede revertir a golpe de talonario está equivocado. Las políticas no producen resultados si no encajan con las aspiraciones de la gente. Las personas no toman sus principales decisiones en función de cuestiones materiales como una rebaja fiscal o la  construcción de infraestructuras, porque la gente tiene libertad para vivir donde quiere.

Las decisiones que tomamos están en función del relato presente en el imaginario colectivo y los discursos dominantes que determinan los deseos de la mayoría de la ciudadanía, cuyo epicentro está en la vida urbana.

Hasta que no cambiemos el relato de lo rural y creemos otro nuevo, no podremos avanzar hacia un futuro próspero. Una tarea para la que son imprescindibles los artistas, trovadores, poetas, pintores, escultores, diseñadores… quienes deben revelarnos la belleza y esencia de lo rural para que pueda ser habitado en su plenitud.

Adelante!!!

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