Hábitos y costumbres. La experiencia que mata.
El peor enemigo que tiene una organización en tiempos de cambio y disrupciones es caer en la complacencia de sus éxitos pasados y reivindicar su experiencia. Los seres humanos somos animales de costumbres, y cuando nos reunimos en comunidades, esas costumbres se refuerzan y solidifican, convirtiéndose en un lastre para la productividad, la innovación y el progreso.
La mayor parte de las organizaciones, sin saberlo, están heridas de muerte por su incapacidad para adaptarse a las nuevas situaciones. Cuando aparece la frase “se hace así porque así lo hemos hecho siempre”, échate a temblar porque ahí está el síntoma inequívoco de la decadencia.
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