Definitivamente habitamos un tiempo nuevo en el que el dominio del liderazgo es necesario para nuestro desempeño personal y profesional, pero no puedes aspirar a dirigir a otras personas si no eres capaz de dirigirte a ti misma. Si tu vocación es emprender, gerenciar, liderar o prosperar, no te queda otra opción que aprender a hacerlo contigo, y esa decisión no tiene otro camino que el ejercicio y la autodisciplina.
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Las 10 frases y expresiones que una persona que aspira a liderar no puede tener en su vocabulario.
Hay una serie de palabras que debilitan el ejercicio del liderazgo, la innovación, el emprendimiento y la dirección. Por eso es necesario que las reconozcas y sustituyas por otras que te voy a proponer para aumentar tu nivel de desempeño. Tus palabras son la caja de resonancia de tus pensamientos y definen los límites de tu mundo; todo tu potencial de transformación está delimitado por el sentido de tus conversaciones, tu lenguaje te retrata y pone en evidencia ante tu gente (clientes, seguidores, electores…).
Una guía para crear riqueza con los verbos. No hables en pluscuampendejo.
La frase «primero fue el verbo» no es gratuita, está presente de diferentes maneras en muchas cosmogonías. El verbo precede y empuja a la acción, el verbo crea nuestra realidad. El uso que haces de los verbos delata tu compromiso con el mundo y tu actitud, también marca tu efectividad personal. Para emprender, liderar y crear valor con tu vida necesitas aprender los secretos que se esconden detrás de su manejo, pues desde esta destreza creamos influencia, movilización, acción, adhesiones y el espacio emocional para que las cosas ocurran.
EL MODELO 6-9. Entre Cronos y Kairós.
¿Cómo romper con una vida anodina y sin valor? ¿Cómo abrir mi vida a un tiempo transformador? ¿Cómo producir una ruptura en el acontecer de las cosas y desplegar mi talento? ¿Qué tengo que aprender para crear futuros con significado? Los griegos sabían distinguir cuando se producía el cambio. Tú, ahora puedes aprender como se hace y provocarlo, a abrir el Kairós.
¡Estamos hasta el gorro de los que estorban!
El que no quiera que la obra avance, que no moleste. Cuando en una comunidad se pone en marcha un proyecto, automáticamente se forman cuatro bandos: los entusiastas, los contrarios (generalmente de la otra facción, partido…), los neutrales (ni fu ni fa), y los que estorban (generalmente gente de la casa). Los peores de todos y más nocivos son los últimos (con amigos como ellos ¿para qué necesitamos enemigos?).