Archivo de la categoría: Liderazgo político.

Las relaciones internacionales, un club de apariencia refinada que funciona como una banda de gánsteres.

La ciudadanía ha de abandonar su inocencia y dejar de pensar que el mundo se mueve por reglas justas. La política internacional en sus más altas esferas, es lo más parecido a una banda de gánsteres, donde el único fuero es la fuerza y su ejercicio intimidatorio al servicio de unos intereses económicos, cuyas prácticas son lo más parecido a las mafias. La mayor parte de las veces, la apelación a dios, la patria, la seguridad, los derechos humanos, la justicia, la libertad o la democracia; no son más que burdas excusas para justificar las acciones más atroces a favor de los intereses económicos de los poderosos.

Así, las relaciones entre países, con algunas honrosas excepciones, se mueven igual que una banda de barrio, sus estructuras de poder y mecanismos son los mismos que los de las viejas tribus guerreras, solo que con instrumentos coercitivos más sutiles y una diplomacia florentina más cuidada, pero con armas de destrucción masiva mucho más poderosas, que se activan sin importar sus trágicas consecuencias.

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25 Claves para reconquistar a un electorado desideologizado, desclasado y descreído.

El cambio radical de paradigma que está alterando el tablero político.

El fenómeno acelerado de desideologización y pérdida de conciencia de clase que está experimentando el electorado, trastoca por completo unas estrategias políticas que cogen a pie cambiado a las viejas maquinarias de los partidos.

Los discursos efectivos que apelaban a las identidades y nos recordaban quiénes éramos y de dónde veníamos han perdido su efectividad, sumiendo en un desconcierto a las marcas políticas (especialmente a las de la izquierda).  Los votantes de izquierdas que votaban de manera automática han menguado extraordinariamente, una situación de la que muchos partidos y dirigentes políticos parecen no haberse enterado y siguen tocando la misma melodía mientras el barco se hunde.

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La invasión de la derecha de los caladeros tradicionales de la izquierda.

Hacerse cargo del estado de ánimo de la gente para aspirar a gobernar.

¿Cuál es el estado de ánimo de la mayoría social?

El estado de ánimo de la mayoría de las personas de la clase baja y media baja es: “ahora estoy jodido, yo no soy de esta clase social y aspiro a salir cuanto antes de aquí y mejorar mi vida; sueño con ascender y hacerlo rápido, ganar más dinero y sacar adelante a mi familia… aunque soy pobre en este momento, no me considero pobre y me molesta que me identifiquen como tal, por nada del mundo quiero que me encasillen en esta categoría”.

Y el estado de ánimo mayoritario de las personas de la clase media y alta es: “evidentemente soy clase alta y aspiro a todas sus ventajas porque yo lo valgo, la mayor desgracia que me puede ocurrir es descender o que alguien me considere por debajo de mi categoría ”.

Una parte importante de las personas de clase social baja no solo ha perdido la conciencia de clase, sino que denigran de la clase baja.

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¿Los votantes están abandonado a sus partidos o los partidos están abandonando a sus votantes?

Me contaba mi amigo Luís Bonilla que en plena pandemia, un profesor al reconocer a uno de sus alumnos mientras intentaba ganarse la vida en la calle, le preguntó por qué había abandonado la universidad, a lo que éste respondió: profesor, yo no abandoné la universidad, la universidad me abandonó a mí. 

La desazón de este joven refleja muy bien el desafecto de una sociedad que se siente desatendida por parte de las organizaciones políticas,en un tiempo donde están ocurriendo cambios radicales y disrupciones que precisan nuevas respuestas de unas instituciones acartonadas, incapaces de escuchar, encastilladas en sus posiciones, temerosas ante la magnitud de los cambios y faltas de liderazgo. 

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La batalla de las emociones en la Guerra de Ucrania que no nos cuentan en televisión.

Putin y la estrategia ganadora del “hombre loco”(madman theory).

Las principales batallas de las guerras  no se libran en el frente pegando tiros, sino en la gestión y la manipulación de las emociones. En toda contienda hay una guerra de relatos y propaganda desde donde se crean los estados de ánimo que acaban decantando las victorias o las derrotas.

La emoción más poderosa es el miedo, quien mejor lo administra es el que lleva la iniciativa. ¡Vamos a verlo!

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