Este artículo ha sido elaborado por Juan Carlos Casco y José Vicente Granado.
RESUMEN DEL ARTÍCULO
Las ciudades han construido un relato poderoso sobre el progreso, pero a menudo olvidamos que nos privan de dos bienes esenciales para vivir: el espacio y el tiempo. Estos recursos, abundantes en el mundo rural, son pilares de una vida plena. Sin embargo, el marketing urbano ha desplazado nuestras prioridades, reemplazando lo esencial por un espejismo de oportunidades y servicios que a menudo son inalcanzables para la mayoría de sus habitantes,
Disponer de espacio y tiempo para desarrollar nuestras actividades, e incluso para meditar o aburrirnos, es fundamental para una buena vida. Si escuchamos nuestro interior, notaremos cómo nuestra carga genética nos impulsa a habitar el espacio y el tiempo de manera libre, a desplazarnos sin impedimentos, explorar el entorno y conectar con el palpitar de la naturaleza. El campo nos ofrece una sinfonía de olores, colores, texturas y sabores genuinos que son esenciales para nuestro equilibrio físico y emocional.
Sin embargo, la ciudad no satisface estas necesidades primarias para la mayoría de las personas. Al contrario, nos restringe el espacio, nos roba el tiempo y convierte el movimiento en un calvario. La contaminación, el estrés, la inseguridad, el aislamiento social y los altos costos de vida son el precio que pagamos por habitar en entornos urbanos densos, donde los recursos básicos se convierten en lujos para unos pocos privilegiados.
Es cierto que las ciudades ofrecen más oportunidades laborales en ciertas actividades y servicios. Pero el mundo rural, lejos de estar desprovisto de opciones, es un espacio fértil para la innovación, el emprendimiento y la creación, aunque estas oportunidades se invisibilizan bajo el discurso aplastante del éxito urbano.
Para contrarrestar este relato, necesitamos construir uno más fuerte y motivador, basado en emociones auténticas y realidades objetivas. Este es el momento de reivindicar lo rural como espacio vivo, un lugar de oportunidad y conexión con lo esencial.
Si estás en este bando, únete a nosotros. Hagamos florecer lo rural.
Adelante!!!
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