Archivo de la etiqueta: manipulación

El relato subliminal de la ultraderecha y el fascismo y sus mecanismos para asaltar el poder.

La ultraderecha y el fascismo hablan en clave de riqueza e identidad y la izquierda en clave de pobreza.

A la mayoría de las personas nos gusta que nos hablen y regalen el oído como si fuéramos ricos y especiales porque aunque sepamos que no lo somos, esa fantasía nos seduce. Que se nos considere miembros de un selecto club. Nos gusta que nos cuenten cuentos que nos saquen del anonimato, en los que nos convertimos en protagonistas por el simple hecho identitario de pertenecer a un determinado país, religión, raza o creencia. Aunque sean fantasías delirantes, esas historias calan con rapidez en nuestras mentes perezosas que prefieren adoptar y repetir mantras y consignas antes que pensar. Y cuando se cuentan millones de veces, las interiorizamos y normalizamos, terminando por elevarlas a categoría de verdad, escuchando solo aquellos mensajes que las refuerzan y rechazando los que las contradicen.

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La Democracia hackeada

Una Democracia saludable solo se puede sostener sobre la base de una sociedad culta y responsable. Y para eso es imprescindible que cada ciudadano conozca las trampas y los mecanismos de la manipulación a los que se está viendo sometido.

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Información, malas noticias y desmoralización social.

Hay muchas formas de desmoralizar a una sociedad, aunque la más fácil y efectiva es a partir de la producción de malas noticias para bombardear diariamente a la población e influir en su estado de ánimo. Hay que ser muy fuerte para exponerse cada día a la información que nos suministran los medios de comunicación y no sucumbir a la desesperanza, el odio o la depresión.

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Las relaciones internacionales, un club de apariencia refinada que funciona como una banda de gánsteres.

La ciudadanía ha de abandonar su inocencia y dejar de pensar que el mundo se mueve por reglas justas. La política internacional en sus más altas esferas, es lo más parecido a una banda de gánsteres, donde el único fuero es la fuerza y su ejercicio intimidatorio al servicio de unos intereses económicos, cuyas prácticas son lo más parecido a las mafias. La mayor parte de las veces, la apelación a dios, la patria, la seguridad, los derechos humanos, la justicia, la libertad o la democracia; no son más que burdas excusas para justificar las acciones más atroces a favor de los intereses económicos de los poderosos.

Así, las relaciones entre países, con algunas honrosas excepciones, se mueven igual que una banda de barrio, sus estructuras de poder y mecanismos son los mismos que los de las viejas tribus guerreras, solo que con instrumentos coercitivos más sutiles y una diplomacia florentina más cuidada, pero con armas de destrucción masiva mucho más poderosas, que se activan sin importar sus trágicas consecuencias.

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