Queridos jóvenes.
En primer lugar quiero pedir disculpas en nombre de mi generación por el complejo legado del que os hacemos entrega y que tendréis que gestionar en las próximas décadas: cambio climático, conflictos bélicos, crisis, desempleo…
También quiero que valoréis los retos que nuestra generación y la de vuestros abuelos tuvimos que enfrentar, gracias a cuyos esfuerzos hoy tenéis entre otras cosas: educación, movilidad espacial, Internet…