El recuerdo que tenemos de cada persona, de cada familia, de cada ciudad, de cada país, lo guarda nuestra memoria como un conjunto de emociones. Los recuerdos que nos trae la mente y evocamos, nos llegan en forma de emociones antes que en datos, información o imágenes.
Nuestra mente registra a las personas de manera automática en función de las emociones que nos transmiten, creando una etiqueta que se genera en segundos. El archivo (recuerdo) que tenemos de los demás y los acontecimientos es más emocional que racional, en función del cual tomamos decisiones, nos enamorarnos, compramos o establecemos relaciones.
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