
RESUMEN DEL ARTÍCULO
Sigue leyendoEl despoblamiento rural es hoy un fenómeno global que amenaza la cohesión social, económica y territorial. Mientras la población mundial crece y se concentra en las grandes ciudades —que hacia 2050 podrían albergar hasta el 70 % de la población — las zonas rurales sufren un profundo declive demográfico, envejecimiento y pérdida de oportunidades. España es un ejemplo paradigmático: más del 80 % de sus municipios tienen menos de 5.000 habitantes y casi la mitad del territorio concentra apenas al 5 % de la población.
En este escenario, la Inteligencia Artificial (IA) se presenta como un instrumento transformador, capaz de reequilibrar lo urbano y lo rural. A diferencia de anteriores revoluciones industriales, que beneficiaron casi en exclusiva a las ciudades, la IA rompe las barreras del espacio y del tiempo. Según la Comisión Europea, la digitalización puede abrir nuevas posibilidades para la agricultura, el turismo, el comercio electrónico y los servicios locales. Lo que antes era periferia y aislamiento, puede convertirse ahora en fortaleza si se aprovecha el potencial de la nueva tecnología.
La tarea es inmensa. Se trata de construir ecosistemas de innovación territorial para la implantación de la IA que conviertan a los pueblos en territorios inteligentes, con visión holística, gobernanza participativa y la capacidad de transformar su capital social, cultural y natural en valor económico. Esto exige estrategias que acerquen la IA a jóvenes, empresas y Administraciones, facilitando su aplicación práctica en la vida cotidiana.
El riesgo es evidente: sin estrategias claras y audaces, la IA puede ensanchar desigualdades y acelerar el declive rural. Por eso es urgente que las Administraciones públicas, en alianza con el resto de actores rurales, diseñen políticas sólidas para democratizar el acceso a estas tecnologías.
El mundo rural está en una encrucijada histórica. O se resigna a ser espectador, o asume el liderazgo de la Cuarta Revolución Industrial para trabajar por la prosperidad del territorio. El futuro se decide ahora: es tiempo de visión, de acción y de liderazgo.
Adelante!!!




