La Cátedra contra la Despoblación y el Reto Demográfico de Next Educación nos ofrece en su IV Estudio correspondiente a 2024 (Evolución de la Percepción de los Avances en la España Rural), un diagnóstico de la situación del medio rural esencial a la hora de diseñar y proyectar políticas públicas en la materia.
La Unión Europea se creó con el objetivo fundamental de evitar una nueva contienda tras la Segunda Guerra Mundial y construir una paz duradera, un hecho que está en entredicho con la Guerra de Ucrania y el auge de los nacionalismos y la extrema derecha. Falta de identidad y liderazgo, gobernanza, extrema derecha y fascismo, cambio climático, migraciones, energía, tensión norte-sur, disrupción tecnológica, centrifugación y unidad de acción, son los principales desafíos. Pero el problema más grande es que los europeos olvidemos que vivimos el mayor espacio de paz y prosperidad del mundo, por el que hay que luchar cada día, pues su futuro no está garantizado.
La profunda crisis que desangra occidente no es de origen material, está en el agotamiento de nuestro pensamiento y esquemas mentales para responder a las grandes preguntas del ser humano. La consecuencia de todo esto somos nosotros mismos, los occidentales, unos seres inseguros, asustados y arrogantes, teledirigidos por el ego, que perseguimos a toda costa el dinero, la fama y la compra de la seguridad. Porque en el fondo, lo que nos gobierna, es el miedo en todas sus formas, cuya raíz única es el miedo a la muerte.
El sábado pasado mantuve una larga conversación con mis hijas (23 y 26 años) sobre los problemas y realidades de su generación. Buscaba aproximarme desde sus perfiles académicos (psicología y sociología – economía) y experiencia vital, a su percepción y diagnóstico sobre su día a día, relaciones, entorno y prácticas sociales.
Coincidimos en que para entender las realidades que definen las diferentes épocas y generaciones, el elemento clave a analizar es el valor que se da a las promesas y los compromisos. Y que ello determina, en gran medida, aspectos como la confianza, la seguridad, las posibilidades económicas y laborales, la calidad de las relaciones personales, el estado emocional o la salud mental.
La precipitación de acontecimientos trascendentales a los que estamos asistiendo, hacen que la idea de futuro comience a preocupar a la ciudadanía y pase al centro del debate público. La amenaza de la ultraderecha, la crisis climática, la extensión de los conflictos, las migraciones, la polarización social o la emergencia de la Inteligencia Artificial; están evidenciando una crisis de gobernanza global (tenemos problemas nuevos y nuestros gobiernos e instituciones no están preparados para abordarlos).