La historia de Carlos Marx, la vieja del coche robado, los mirones de la obra y el colibrí.
Decía Marx en su tesis once sobre Feuerbach que los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. El equivalente para la filosofía de andar por casa sería: menos hablar y más actuar. Un cuento que nos podríamos aplicar al reto demográfico donde es tan fácil dar datos, consejos y ofrecer proyecciones acertadas, como difícil es asumir riesgos y comprometerse en soluciones.
Sigue leyendo