Una nueva forma de concebir el hábitat humano.
El mundo rural nos provee de las materias primas y bienes más necesarios para vivir: agua, alimentos, energía, naturaleza. También de los elementos que agregan calidad a la vida: tranquilidad, seguridad, salud, equilibrio emocional, espacios naturales cuidados. Nos ofrece fuentes de capital para crear actividad económica y riqueza acorde a las nuevas tendencias de los consumidores (capital natural, capital cultural, destinos slow, economía de la experiencia). Sus diferentes esferas y dominios (estético, intelectual, emocional) tienen el poder de crear atmósferas cálidas y experiencias sin límite que involucran los cinco sentidos. Y lo más importante, nos devuelve el control sobre el espacio y el dominio del tiempo para decidir qué hacer con él.
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