Las personas que nacían en la Edad Media tenían una o dos posibilidades en su vida, ahora tenemos millones delante de nosotros, el problema es que no estamos preparados para verlas y aprovecharlas. La cosa más importante que podemos aprender en estos momentos es a descubrir e inventar posibilidades. ¡Vamos a hacerlo!
Incertidumbre, aceleración, cambio y obsolescencia, son los rasgos que mejor definen nuestro tiempo. Una nueva realidad que rompe en pedazos una y otra vez los planes de futuro que levantamos. El futuro de una persona, empresa u organización depende de su capacidad para observar, descubrir e interpretar posibilidades en lo que acontece en el día a día; una habilidad a la que la mayoría de las personas somos ciegas.
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