El reto que tenemos las personas de los países que vivimos en cuarentena es salir indemnes física y mentalmente del encierro. Y todo parece indicar que además de pagar un alto precio en vidas humanas, muchas personas van a sufrir graves trastornos emocionales que amenazan con convertirse en un problema de salud pública sobrevenido.
Las largas horas de cuarentena son el espacio ideal para reinventarte y dar un impulso nuevo a tu vida.
Y es que toda crisis genera nuevos espacios de poder y posibilidades que pueden ser aprovechados por las personas más audaces, porque los tiempos de cambio nos traen incertidumbres pero también grandes oportunidades.
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Todo cambio de época tiene un acontecimiento de referencia que marca un antes y un después, un hito simbólico que define la frontera de lo irreversible. El coronavirus es un candidato sólido a marcar el tránsito de una civilización a otra ¿Es la señal definitiva que precipita aceleradamente el cambio de época? Todo parece indicar que tiene la categoría para un indicador de tamaña jerarquía.
La sociedad se pregunta hoy cuál será el papel del profesor del futuro, cuestionándose su rol actual de transmisor de datos e información. En un mundo donde la información es accesible, ubicua y barata ¿Seguiremos necesitando profesores? La respuesta es sí, más que nunca, porque los retos que enfrenta la educación hoy son mucho mayores y la función del profesor será más decisiva, eso sí, desde una reinvención y rediseño de su labor.
El autopermiso es la llave con la que nos abrimos o cerramos a las posibilidades, condicionando nuestros resultados y el valor o desperdicio que producimos en la vida. Como norma general es mejor pedir pedir perdón que permiso.
Desde que era niño dividí mi pequeño mundo en dos tipos de personas: las que se daban permiso para hacer cosas y la inmensa mayoría que para actuar necesitábamos la aprobación de otros. Intuí que de este factor dependía el éxito o el fracaso personal (y no me equivoqué), pero no alcanzaba a descifrar el secreto donde residía este principio que separaba el mundo en personas con autonomía y sin autonomía. Ahora que conozco su alcance y funcionamiento, voy a compartirlo contigo.