Si analizamos nuestras instituciones y organizaciones y su trabajo en el día a día, podremos observar como no están produciendo ni al 20% de su potencial. Una de las causas está en la parte alta de la organización (dirección, gerencia) y su falta de liderazgo, que emplea la mayor parte del tiempo en luchas de egos, intrigas, malos rollos, celos, zancadillas y codazos, conflictos internos, choque de intereses espúreos, vigilancia de la posición y el sillón, y huevadas varias. Y ya se sabe: como es arriba es abajo, el resto termina imitando los comportamientos y el estilo de sus jefes.

¿Entonces cuándo se trabaja? ¿Cuándo se produce? ¿Cuánto tiempo se dedica a lo importante y a solucionar los problemas de la gente? Pues por desgracia, el poco tiempo que queda disponible después de realizar las tareas relacionadas con el mantenimiento de la posición.

Es la prueba evidente que demuestra que nuestras organizaciones (empresas, instituciones), están heridas de muerte. Vamos a asistir al mayor cataclismo organizacional de la historia, pero también al mayor nacimiento y florecimiento de otras nuevas, surgidas bajo un nuevo modelo de liderazgo y gerencia. Nuestro mundo se desangra por falta de liderazgo en los gobiernos, las empresas, las asociaciones…

Igual que la empresa y la administración de la Era industrial tenían un modelo de producción y una disciplina laboral, las actuales necesitan uno nuevo, empezando por el desarrollo de un nuevo sentido de dirección (visión/misión/planeación) desde la parte más alta de las mismas.

La ausencia de liderazgo está impidiendo la eclosión del emprendimiento y el talento en nuestros equipos. Vivimos en ambientes laborales tóxicos donde los jefes se dedican principalmente a conservar su posición. Estamos atrapados por el síndrome de Procusto (fulminar al que sobresale, al que se esfuerza, al que destaca).

En este lodazal inmundo no puede prosperar la imaginación, la innovación, la inspiración; no existen los espacios para la mejora y el crecimiento. Y así transcurre la vida de nuestras organizaciones mientras se fríen en la salsa de su incompetencia: no destaques, no te esfuerces, transita en las miserias del redil mientras tu organización y tu vida agoniza.

Si en tu organización ocurre esto, no te resignes, puedes dar la vuelta a la situación, eso sí, aprendiendo nuevas prácticas de dirección; justo lo que estamos haciendo en nuestros programas de liderazgo, gerencia y alta dirección desde el MODELO 6-9, aplicándolo a equipos y organizaciones de alto desempeño con muy buenos resultados.

Aquí te dejo 13 tips que resumen la intervención que llevamos a cabo con las organizaciones para desarrollar el liderazgo de sus equipos e incrementar su productividad de y resultados.

1. Liderar es crear nuevos escenarios o espacios de futuro para tu gente (seguidores, equipo, organización o personas a las que vas a consagrar tu vida).
2. El futuro no podemos esperar a que ocurra, tenemos que construirlo desde el presente, para eso hemos de desarrollar prácticas para ubicarnos en él y elaborar desde ahí un plan de acción.
3. Las personas tenemos dificultades para crear futuros y traducirlos en imágenes claras para los demás, liderar es crear visiones poderosas del futuro para fijarlas en el imaginario colectivo.
4. Todo proyecto de liderazgo nace de la declaración de una visión y una misión. Liderar es congregar a una comunidad de personas en el tiempo en torno a una visión y una misión.
5. La declaración de la visión y la misión ha de realizarse en un lenguaje claro, conciso, memorable y motivador.
6. La visión es la captura de un sueño, breve concisa e inspiradora. No es una ensoñación, es una realidad ambiciosa pero potencialmente alcanzable. El resultado de nuestro sueño en acción.
7.  Un proyecto de liderazgo se sustenta en sólidos principios y valores (igualdad, solidaridad, libertad…), que definirán tu calidad como persona líder. Un sustento basado en un plan de desarrollo humano.
8. Crear un eslogan en torno a una visión poderosa (2 ó 3 palabras memorables) ayuda a fijar la visión en el imaginario colectivo.
9. La misión es la visión concretada con una fecha precisa de realización, es ambiciosa y desafiante, concretada en 1 ó 2 frases.
10. Planificar es crear un camino desde el presente al futuro, teniendo el cuenta que la aceleración de los cambios nos obliga a una replanificación diaria.
11. Conseguir la misión necesita de una estrategia que se concrete en una hoja de ruta.
12.  Los objetivos son la meta, los logros tangibles que se van a alcanzar, nos ayudan a asignar medios y recursos.
13. Las actuaciones son el conjunto de actividades que hemos de planear para alcanzar los objetivos, qué cosas vamos a hacer para que los objetivos se cumplan.