La esencia que define al ser humano (ontología) se funda en tres realidades (cuerpo, lenguaje y emociones) íntimamente relacionadas entre sí. Como individuos somos un saco de emociones que nos realizamos en el conversar. En esa lógica, las funciones del liderazgo tiene una componente esencial en torno a la identificación, observación y gestión de las emociones y estados de ánimo propios y ajenos.
Todas las competencias que componen la base del liderazgo están emparentadas y son sinérgicas con el trabajo sobre las emociones.
Las emociones, como la fiebre, nos poseen y afectan sin que podamos evitarlo; sin embargo podemos trabajar sobre ellas y modelarlas, impidiendo que se instalen en nosotros y nos terminen habitando (las negativas), y nos frecuenten más a menudo (las positivas).
La gestión emocional ha pasado de ser una disciplina casi olvidada, a ponerse de moda, quedando expuestos al riesgo de la superficialidad cuando trabajamos esta realidad, por la ligereza y frivolidad con la que llega a ser abordada.
El trabajo sobre los estados de ánimo y las emociones desde la perspectiva del liderazgo es esencial y está orientada a crear una fortaleza emocional de la persona para conducir su vida (autoliderazgo), y convocar a una comunidad de personas en el tiempo en torno a una causa (liderar a otros).
A continuación te ofrezco los 10 tips que constituyen la base de trabajo de diferentes programas de capacitación y entrenamiento en liderazgo que llevamos a cabo con gobiernos y organizaciones para la formación y creación de equipos de alto nivel de desempeño.
1. El liderazgo es un ejercicio que contempla la identificación y gestión de emociones y estados de ánimo en uno mismo y en otras personas.
2. Las emociones surgen de la evaluación de nuestras posibilidades de futuro.
3. Cuando permanecen en el tiempo unas emociones configuran un estado de ánimo (positivo o negativo).
4. Para ejercer un liderazgo efectivo debemos desarrollar una fortaleza emocional basada en el manejo de las emociones desde la autenticidad.
5. Liderar es orquestar estados de ánimo y crear espacios emocionales expansivos para que las personas puedan crecer y conseguir sus metas.
6. Antes que aprender a gestionar las emociones y estados de ánimo en otras personas debemos hacerlo con nosotros mismos.
7. El primer paso para trabajar las emociones es desde la inteligencia intrapersonal (autocomprensión), desarrollando prácticas y capacidades para conocernos a nosotros mismos y autogestionarnos.
8. Cuando hemos aprendido a gestionar nuestras emociones y estado de ánimo, es el momento de hacerlo con otras personas desde la inteligencia interpersonal (comprensión de los demás) para movilizarlas en torno a una visión/misión compartidas.
9. Las emociones son la energía que bien canalizada pueden hacer realidad un logro.
10. Los estados de ánimo positivos nos llevan a la acción y los negativos a la inacción, por eso es tan importante operar sobre ellos para crear valor desde el liderazgo.
La gestión emocional y su efectividad condiciona por entero los resultados de una persona o una organización, constituyendo una dedicación esencial de la persona que ejerce el liderazgo, por eso es una competencia que ha de ser entrenada con especial fijación y dedicación, como lo hacemos desde el MODELO 6-9 para el desarrollo de personas emprendedoras y líderes.
El ser humano es una caja de emociones, de cuyo manejo depende la productividad y felicidad individual y colectiva, la palanca que activa la voluntad y la acción que transforman el mundo.
Trabajemos para desarrollar una fortaleza emocional, no hay tiempo que perder.
Adelante!!!
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