Las 10 frases y expresiones que una persona que aspira a liderar no puede tener en su vocabulario.

Hay una serie de palabras que debilitan el ejercicio del liderazgo, la innovación, el emprendimiento y la dirección. Por eso es necesario que las reconozcas y sustituyas por otras que te voy a proponer para aumentar tu nivel de desempeño. Tus palabras son la caja de resonancia de tus pensamientos y definen los límites de tu mundo; todo tu potencial de transformación está delimitado por el sentido de tus conversaciones, tu lenguaje te retrata y pone en evidencia ante tu gente (clientes, seguidores, electores…).

10-frases

1. Eso es muy difícil (o eso es imposible).

Cuando lo dices, tus seguidores escuchan que estás instalado en la comodidad de hacer cosas fáciles, y eso lo puede hacer cualquiera.

Cámbiala por: «vamos a intentarlo…», «cómo podemos hacerlo…», «cómo podemos comprometernos…» ...

Recuerda que estás ahí para hacer cosas difíciles en situaciones encontradas, para intentar lo imposible y conseguir lo difícil.

2. Esperemos a ver qué pasa (dejemos que los acontecimientos transcurran). 

Tu gente escuchará que no tienes una visión y un control, que vives completamente al albur de las circunstancias, que no tienes un plan de futuro, que te interesa más conservar tu estatus; perderás influencia.

Cámbiala por: «hagamos que las cosas pasen…», «vamos a actuar…»…

Recuerda que la estás al frente porque tienes una visión /misión por la que velar, y un plan de acción para llevarla a cabo.

3. Nos podemos equivocar (no podemos arriesgar). 

Tu gente se sentirá paralizada a la hora de tomar decisiones, actuar y avanzar; el miedo a cometer errores frenará las iniciativas y pronto la organización estará desmovilizada y desactivada.

Cámbiala por: «estamos decididos a hacerlo…», «para ganar tenemos que arriesgar…», «premio al que se equivoque en el esfuerzo por mejorar…» …

Recuerda que tu gente te podrá perdonar que te equivoques con tu visión, lo que no te perdonará nunca es que no tengas una visión.

4. Así se ha hecho siempre. 

Tu gente pondrá la mirada en el pasado, en la repetición de patrones y clichés, cerrándose a la innovación y a probar cosas nuevas.

Cámbiala por: «intentemos cosas nuevas…», «quién se atreve a intentarlo de otra manera…» …

Recuerda siempre que para conseguir resultados diferentes necesitas hacer cosas diferentes.

5. Es que (excusas: es que esto no funciona, …. es que todo está mal…). 

Tu gente pondrá su foco de atención en las cosas negativas, en resaltar lo que no funciona sin proponer posibilidades y alternativas.

Cámbiala por: y si…. (y si lo intentamos de esta manera, y si nos esforzamos más en….).

Recuerda que las excusas son las frases que comienzan a escribirse en la lápida que entierra tu obra, organización o proyecto.

6.  Las cosas son así (así es la vida, así es el destino…).

Tu gente se detendrá ante las dificultades, abriendo el espacio a la inacción y la resignación.

Cámbiala por: «podemos cambiar las circunstancias…», «trabajemos para cambiar las circunstancias…», «cambiemos el destino…» …

Recuerda que estás ahí para cambiar las cosas, para transformar el mundo  («lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad»).

7. Yo soy así.

Tu gente interpretará que tienes poco margen de mejora, poco potencial de transformación y terminarán imitando tu impotencia e incapacidad para hacer una diferencia con sus vidas.

Cámbiala por: «yo puedo aprender…», «yo puedo mejorar…», «yo puedo cambiar…» …

Recuerda que tú eres el espejo donde se miran los demás, tu misión es el desarrollo de tu gente para crear un mundo mejor, un proceso de crecimiento sin fin que dura toda la vida.

8. Qué mal están las cosas (queja).

El liderazgo es incompatible con la queja, cada queja que verbalizas es un agujero en tu identidad y capacidad de influencia.

Cámbiala por: «podemos hacer que las cosas mejoren…», «utilicemos nuestro esfuerzo en mejorar las cosas…», «prohibido quejarse…»…

9.  Sí «peeeero»! 

Decir pero es echar un cerrojo a la acción, es un acto de negación encubierto detrás de una excusa. Cuando tu gente escucha esa palabra está interpretando que cierras el camino al avance.

Cámbiala por: «no hay peros que valgan…», «removamos los obstáculos…»…

Recuerda que lo que se espera de ti es que abras caminos y explores posibilidades, no que los cierres.

10. Yo creo que (me da la impresión…, a lo mejor…).

Si tu vocación es liderar, tú no puedes habitar el mundo de las creencias y la banalidad de las impresiones y las opiniones. Tú necesitas sentir y transmitir sólidas convicciones y decisiones firmes.

Cámbiala por: «tengo la firme convicción…», «estoy decidido a…»…

Recuerda que para inspirar y movilizar a otros, tú debes estar convencido y motivado, actuando desde los principios.

Si cambias estas frases y expresiones por las que te propongo,  cambiará la química de tu cerebro, tus posibilidades y tu potencial transformador (en el límite de tu lenguaje está el límite de tus posibilidades para impactar en el mundo).

Si tienes claros tus principios, sabrás lo que tienes que hacer en cada momento (aunque vaya en contra de tus intereses). Sé consecuente (haz lo que dices y hazlo tú primero). No luches para ser el primero, sé el primero en luchar.

Tus pensamientos crean tus palabras, pero con tus palabras también puedes cambiar tus pensamientos, tus palabras crean tus actos, y tus actos determinan tu obra

No hay tiempo que perder. Adelante!!!

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8 comentarios en “Las 10 frases y expresiones que una persona que aspira a liderar no puede tener en su vocabulario.

  1. mayra ocampo morales

    Gracia.Compa la verdad que necesitaba ese mensaje para ser mejor lider y emprendedora y asi dejar marcado mi identidad al pueblo y el dia de mañana que dijan esas son las lideres que tiene nicaragua.

    Responder
  2. andres perez borrallo

    Magnifico, cierto que algunas he usado erroneamente, como tu amigo indicas, es mavavilloso todos los dias aprendo algo de tus magnificos consejos, y escritos.-
    un abrazo
    andres

    Responder
  3. Pingback: Una Guía con 62 herramientas para el profesor del siglo XXI. | El blog de Juan Carlos Casco

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