Aprender a innovar (I). Las fuentes de la innovación. El juego de la innovación transversal aplicada.

Aprende a observar lo que está funcionando en otros lugares, campos, ámbitos de acción, actividades…; para adaptarlo  a otro contexto y generar con ello un cambio o una oportunidad. A menudo las grandes innovaciones han surgido de aplicar algo que ya se estaba haciendo, con frecuencia de manera marginal, a un nuevo contexto, elevando con ese acto su categoría de marginal en universal. Busca lo residual, lo marginal y adáptalo para darlo un nuevo uso como se hizo con los grandes inventos de la humanidad: la agricultura, la libertad, la democracia, el automóvil, Internet, el televisor….La innovación transversal aplicada se produce cuando una práctica salta de su ámbito a otro diferente (de forma programada y voluntaria o casual), produciendo un efecto multiplicador. Por tanto es algo transgresor que tú puedes forzar, fijándote en una rareza que se puede convertir en una práctica de uso masivo.

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Innovar es una actividad que no  forma parte de la  tradición de una sociedad anestesiada en la que la realización personal y profesional se vincula con la adquisición del estatus  de funcionario, o en el peor de los casos, de trabajador por cuenta ajena. En este contexto la innovación no es necesaria, e incluso puede convertirse en un inconveniente.

Al trabajador de la Era industrial se le exigía la realización de tareas lineales y repetitivas en las cadenas de montaje, conforme al modelo taylorista y fordista de producción. Para el acceso a la función pública, lo necesario era aprender de memoria y sin salirse del guión un temario para «escupirlo» en una oposición.

De aquellos polvos resulta el lodazal en el que nos encontramos. Esta tradición configuró el ADN de nuestro actual sistema educativo, preparado para lanzar a la sociedad del conocimiento auténticos  «zombis» programados para trabajar en una civilización que ya es historia.

Definitivamente, no estamos en una crisis, estamos entrando en una nueva era, en una nueva civilización, que está creando un tremendo  shock colectivo  por la velocidad y radicalidad de su entrada en escena.

Uno de los principales rasgos del nuevo tiempo es la innovación, que pasa a ser un bien trascendente que hay que socializar y redistribuir entre las personas, como apropiación colectiva necesaria para enfrentar con éxito los retos personales y profesionales.

Para el desarrollo de la innovación, las personas necesitamos una serie de herramientas, entrenamiento y creación de ecosistemas que faciliten su eclosión. La gente necesita aprender de manera práctica a innovar. Y para ayudar en esta tarea vamos a entrar en materia.

A lo largo de los últimos años, en el desarrollo de programas de capacitación en liderazgo y emprendimiento  que hemos llevado a cabo con gobiernos y organizaciones de diversos países (España, Portugal, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Nicaragua…); se nos planteaba la creación de materiales formativos de carácter práctico para entrenar a personas en la disciplina de la innovación, y como los que había no se ajustaban a los rigurosos estándares de calidad de nuestra demanda, tuvimos que crearlos. Para ello generamos una serie de herramientas practicas para innovar (innovación transversal aplicada, creación de ideas, desarrollo de prototipos).

Vamos con la primera. La innovación transversal aplicada tiene que ver con dar un nuevo uso a lo que ya existe para elevarlo de categoría. Para empezar, se trata de tomar un tubo de pegamento para unir cosas que ya existen en contextos diferentes y a partir de ahí crear otras nuevas. Es una práctica creativa que debes instalar en tu cerebro como hábito, fruto del cual generarás mucho desperdicio, gran parte de la producción terminará en la papelera, pero cuando hayas gastado varios tubos de pegamento mental, te asombrarás de lo que eres capaz.

A lo largo de la historia, incluida la fase de especialización productiva de la Revolución industrial, las actividades humanas han tenido un carácter horizontal, desarrollándose en compartimentos estanco. Su efecto visible no era sólo la fabricación. Una compañía elaboraba un artículo y centraba la innovación en la reducción de su coste sin mirar a otro lado, las universidades y los centros de estudios operaban con el conocimiento dentro de su ámbito, los productores de materias primas hacían lo propio en su campo. Y esto también ocurría en la economía, educación, cultura… Cada persona se desenvolvía horizontalmente en su ámbito, y las innovaciones surgían lentamente en esos compartimentos.

Los cambios trascendentes surgidos de la innovación, aparecen cuando se establecen vasos comunicantes entre esos compartimentos estanco, cuando alguien se atreve a salir de su cadena de producción, de su círculo de rutina o de su zona de confort; y explora lo que hacen otros en ámbitos  diferentes, no con la mirada de la Ilustración de  conocer por conocer, sino con el deseo de apropiación del conocimiento para la acción (conocimiento aplicado). Por ejemplo: alguien observó la máquina de vapor y el coche de caballos (dos actividades diferenciadas), luego sacó el tubo de pegamento e imaginó la máquina de vapor sobre el coche de caballos. El resto de la historia todos la conocéis.

Pues bien, aquí hay una sencilla práctica de innovación transversal aplicada, que entre otras cosas cambio el mundo.

Como veis, la primera gran fuente de innovación no radica tanto en inventar algo nuevo desde 0, sino que el invento está en mirar de manera diferente a lo que existe y aplicarlo a otro campo, implicando intencionalidad del sujeto. Las prácticas asociadas para trabajarlo están relacionadas con la curiosidad, exploración y realización de combinaciones (a veces absurdas o improbables), planteadas como hipótesis de trabajo y proyectadas como escenarios de futuro.

La innovación transversal aplicada muchas veces surge como una irrupción anómala de un campo a otro, como si fuese una mutación deforme,  que en sus inicios es observada como algo marginal y de poco valor. Los primeros que propusieron que el automóvil, el computador, el teléfono, internet, el televisor, la libertad, la democracia, que en sus orígenes eran realidades marginales; saltaran de su dominio primigenio (transporte en las minas, computación de datos, transmisión de voz, comunicación militar, recepción de imágenes); al medio de desplazamiento autónomo mundial, las formas de conectarnos y comunicarnos masivamente…; como innovaciones transversales cruzadas, recibieron una sonora carcajada, incluso por los más reputados y experimentados líderes y pensadores de cada época: no funcionará, se venderán pocas unidades, no lo necesita la gente… fue su sentencia.

Aprende de ello, pues para vivir en la nueva civilización en la que ya hemos entrado, necesitarás desarrollar y actualizar tu propio plan de innovación. Y que esta lógica de hacer la acomodes a tu plan de vida, a tu actividad, a tu campo de interés. No se trata de que inventes la pólvora, sino que te apropies de las prácticas que te ayudarán a desenvolverte en este nuevo tiempo.

Muchas veces quien introdujo algo en un campo nunca pensó en la trascendencia que podría tener en otro, lo hizo en un momento histórico y en un contexto particular (horizontal). Quien inventó el teléfono no pensó que en el futuro sería un instrumento global de comunicación del que se venderían más de 3000.000.000 de unidades. Con frecuencia las  grandes innovaciones disruptivas las han hecho otros con inventos que no eran suyos, simplemente tuvieron la capacidad de hacer saltar el invento a otro contexto donde le estaba esperando su ecosistema ideal para desarrollarse.

Lo importante es que observes  que la lógica de la innovación transversal aplicada se adecua a las necesidades que tiene cualquier persona desarrolle capacidades para innovar, independientemente de su nivel de conocimientos, campo o actividad en la que quiera aplicarla: economía, industria, ciencia, deporte, cultura, trabajo, profesión, relaciones personales… Y además, fruto de este aprendizaje pueda replicarla como aprendiz y maestra de otros.

Lo verdaderamente revolucionario de esta apropiación, es que el sujeto de la innovación, no introduce ningún elemento nuevo que no estuviera en el sistema (ya existía la máquina de vapor  y el coche de caballos). Lo genuino y mágico del proceso es que genera una novedad transformadora recombinando lo existente y generando un curso de acción diferente que cambia el curso del mundo.

Este va a ser tu primer paso para convertirte en innovador, ahora no se trata de que aprendas a inventar nada (eso vendrá más adelante). Se trata de que hagas algo nuevo a partir de lo inventado. Ya tendrás tiempo de fabricar prototipos y otras cosas cuando hayas aprendido a hacer esto.

Gran parte de las cosas de valor que nos rodean han sido fruto de personas transgresoras que nos han proporcionado un mundo más amable y una mejor calidad de vida. Piensa como ellos, toma sus hábitos. En los billones de combinaciones posibles aún no intentadas a partir de las realidades actuales ya inventadas está el futuro ¿te atreves a sacar las cosas de su contexto originario? Buena parte de la historia de la humanidad se escribirá en esta clave. Todo está por hacer, el mundo está esperando a tu ocurrencia para que el futuro comience a escribirse con grandes titulares. Y seguirá haciéndose en una secuencia infinita de innovaciones transversales aplicadas: alguien vio el libro y después el video e ideó el videolibro, alguien vio una tienda de música y después un teléfono móvil e ideó una tienda de música en el teléfono…

Históricamente muchas innovaciones surgían desde la mirada inquieta de las personas que viajaban, al observar las cosas que se hacían en otros lugares y aplicarlas en su lugar de origen. De hecho las diferentes formas de viajar (aventura, guerra, conquista…), se convirtieron en la principal fuente de innovación en otros tiempos. Después, la imprenta, los medios de comunicación de masas, el automóvil, los desplazamientos masivos, el turismo; han contribuido a la innovación transversal aplicada, pero ninguno de ellos tiene comparación con Internet y el desarrollo de las redes sociales que proporciona el ecosistema ideal para observar y estudiar lo que se está haciendo en otros campos, y que cada persona pueda desarrollar su plan de innovación vital.

Vivimos en un nuevo tiempo en el que las posibilidades para innovar se han democratizado y la horizontalidad de las actividades humanas se ha roto, surgiendo puentes y vasos comunicantes en todas las actividades donde opera el ser humano: las universidades con las empresas, se crean comunidades de personas cada minuto en la red, se accede a la información deseada en segundos… Todo está engrasado para la innovación, únicamente hace falta un entrenamiento rápido de las personas en esta disciplina.
La innovación requiere una intencionalidad, presupone que hay un individuo con una motivación o un deseo para hacer algo nuevo que produzca valor y haga una diferencia, entraña emocionalidad, además de conocimiento, visión y acción. Para que la innovación se ponga en marcha tienes que creer firmemente, querer hacerlo, saber que puedes hacerlo y ponerte en movimiento. El motor de la innovación está dentro de ti, el objeto está fuera, pero requiere de un sujeto que lo organice.

Antes de comenzar el entrenamiento ten en cuenta que:

  • El futuro ya está sucediendo en otro lugar, al menos parcialmente. Por ejemplo, el iPhone ya estaba ocurriendo cuando se inventaron los teléfonos móviles y por separado se inventó la pantalla táctil.
  • Millones de innovaciones silenciosas están ocurriendo en cada momento, muchas de ellas nunca eclosionarán si no hay un sujeto transgresor que las organice y las haga saltar de su contexto a otro. Serán futuros fallidos.
  • Buena parte de las innovaciones son visibles a través de Internet, asómate a ellas.
  • Es posible que aquello con lo que sueñas, quieres construir, hacer, fabricar… Ya está hecho. Tienes Internet, compruébalo. Te puedes encontrar que el uso que se le está dando es marginal.
  • Puede que lo que quieres hacer ya esté hecho de manera disociada, es decir, alguien ya está haciendo parte de eso, y otro en otra parte del mundo, está haciendo el resto. Únelo y multiplica su valor.
  • Quizá de lo que quieres hacer, solo este hecho parte del puzzle. Crea el resto de piezas y únelas.
  • Innovar es el pegamento que une cosas antiguas o cosas antiguas con otras nuevas. Piensa en la lógica de quien pegó el fregón a un palo o el palo a un caramelo.
    Innovar también es un ejercicio repetitivo de de quitar y poner.
  • Identifica las rarezas, esas cosas transgresoras que aparecen en el pensamiento, la moda, el arte…;esas tendencias emergentes a las que poca gente les concede importancia pero que apuntan una ruptura con una tradición determinada. El futuro está en marcha y se está anticipando  en ámbitos distintos como la expresión artística, el cine, la cultura. La aeronáutica, la exploración del universo, el teléfono móvil, las gafas Google ya estaban en el cine años antes de ser una realidad.
  • Las rarezas lógicamente están asociadas con gente «rara». Hazte un sitio entre la gente rara.
    Identifica a otras personas que tengan tu mismo interés en un campo de innovación y forma equipo con ellas (grupos en las redes sociales, quedadas, reuniones virtuales, reuniones presenciales…). La capacidad de innovar se multiplica cuando desarrollas capacidades para crear confianza.
  • Desarrolla prácticas de exploración sistemática de aquello que te gusta hacer o te apasiona.
  • Si puedes, viaja y conócelo in situ.
  • Identifica de qué actividades, fuentes, publicaciones, puedes recabar información o inspiración.
  • Identifica los campos en los que se ubican las necesidades básicas de las personas, todo lo que tenga que ver con nuevas ofertas relacionadas con la mejora de la comunicación, salud, ocio, transportes, educación, nuevas experiencias; seguirán constituyendo actividades de innovación permanente.

Aprendiendo a realizar el juego cruzado de la innovación.

Algunas orientaciones que te ayudarán a sacar el máximo partido de la práctica que te voy a enseñar:

  • Busca forzar combinaciones marginales, poco racionales o altamente improbables. Si pretendes hacer algo nuevo en un campo o actividad, no te limites a hacer combinaciones o asociaciones de ideas con otras actividades similares que hacen frontera con la tuya. Atrévete a mirar más lejos. Por ejemplo, si estás en la industria, mira hacia el campo del arte o el diseño. Si estas en lo analógico mira a lo digital, si estás en la agricultura mira lo que pasa en el pensamiento o la filosofía.
  • Rompe con las interpretaciones lineales, con los tópicos, con los pensamientos limitantes, con los caminos transitados. Busca abrir nuevos senderos e interpretaciones, equivocarse, probar y experimentar forma parte del juego. La idea más descabellada puntúa.
  • La búsqueda de la innovación tiene que coincidir con el campo donde está tu vocación,  tu pasión o tu deseo, justo donde quieres hacer una diferencia.
  • La innovación que buscas puede tener una naturaleza diversa: inventar algo nuevo a partir de lo que ya existe, crear un nuevo producto o servicio, mejorar un producto o servicio ya existente, crear una nueva identidad o estilo, crear nuevas experiencias o experiencias memorables…
  • Y sobre todo, proyecta todo esto a Internet, ahí tienes tu herramienta y campo de juego perfecto.

Empezamos.

1. Dibuja una circunferencia y escribe en ella el campo o actividad que quieres hacer o donde te gustaría innovar. Por ejemplo: la agricultura.

imagen-innovacion-ejercicio12. En torno a esa circunferencia dibuja otras circunferencias de campos o actividades que tengan alguna relación y escribe sobre ellas el nombre del campo o la actividad. Por ejemplo: salud, medicina, ciencia, investigación, turismo.

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3. En torno a esas circunferencias dibuja otras cuyos campos o actividades que en principio no guarden ninguna relación aparente. Por ejemplo: videojuego, cine, arte, filosofía, deporte.

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Ten en cuenta que las actividades, campos o categorías que establezcas no tienen porqué ser lineales o responder a un patrón definido, sino que seguirá el criterio que tu decidas. Por ejemplo. Mi actividad o interés puede ser el diseño, los videojuegos, la agricultura, el cuidado de personas mayores, la política, trabajo social, hogar, deporte, creación literaria, industria del automóvil…..

4. Investiga las innovaciones y tendencias que se están produciendo en esos campos (qué está funcionando, qué cosas nuevas están apareciendo, qué se podría aplicar a otro ámbito o actividad…).

imagen-innovacion-ejercicio4Por ejemplo: en relación a la medicina, están funcionando nuevas tendencias relacionadas con la medicina natural, están apareciendo nuevos alimentos ecológicos, se podría aplicar un nuevo criterio de producción agrícola dirigido a la obtención de principios químicos…

5. Ahora haz lo mismo con las circunferencias que no guardan relación alguna aparente con el tema central o ámbito en el que tienes interés en innovar.

6. Fruto del trabajo de investigación y análisis que has realizado en cada circunferencia, puedes buscar las asociaciones que se te han ocurrido entre los diferentes campos y que podrían ser fuente de creación de innovaciones transversales aplicadas.

No importa que las asociaciones no tengan sentido, inicialmente resulten absurdas o altamente improbables. Lo importante es que generes todas las conexiones transversales posibles y desarrolles  un nuevo esquema de pensamiento aplicado al análisis transversal.

7. Ahora construye una relación de lo que has trabajado, elaborando una plantilla que contenga la siguiente relación:

He identificado algo que está funcionando en la actividad o campo «x»: ______________________________________________________________________________________________

Si lo aplico a la actividad y lo adapto de esta manera: ____________________________________

Puedo conseguir esta innovación: ________________________________________________________

Este ejercicio no es puntual, lo inicias ahora pero has de darlo continuidad en el tiempo y convertirlo en parte de tu cuaderno de trabajo de la innovación a lo largo del tiempo.

8 comentarios en “Aprender a innovar (I). Las fuentes de la innovación. El juego de la innovación transversal aplicada.

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