Y no me estoy refiriendo a los mangantes que roban gasoil, ni a los que realizan conexiones eléctricas clandestinas… No, no, nada de eso, estoy hablando de otros tipos mucho mas peligrosos, esos que cuando se acercan a ti, te amargan la vida y roban la esperanza allí donde se hacen presentes.
Estamos rodeados de personas y ambientes que limitan nuestro crecimiento, por eso debemos generar mecanismos para identificarlos y blindarnos ante ellos, so pena de quedar atrapados en sus redes y condenar nuestra existencia a la mediocridad. Y lo tenemos que hacer porque el mundo está lleno de personas inspiradoras y espacios sociales fértiles donde poder desplegar nuestro potencial y ser felices.
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