Decía Maxwell que si crees que eres un líder y no tienes seguidores, es que sólo estás dando un paseo. Ahora bien, el máximo nivel del liderazgo se alcanza cuando un líder desarrolla a otro líder. Podríamos decir que cuando generas seguidores creas valor e influencia en progresión aritmética, frente a la progresión geométrica de la reproducción de líderes.

Cuando un líder eleva a su categoría a otra persona está construyendo una obra monumental, produciendo una reacción en cascada con un impacto similar a las organizaciones piramidales. El nuevo líder desarrollará nuevas organizaciones, clientes, economía…, valor. Cuestión que repercutirá en el líder que lo creó por los vínculos que son inherentes al proceso (confianza, influencia, lealtad).

Por esa regla, nuestro compromiso es hacer de ti un líder o una líder, porque ganas tú y ganamos nosotros. Cuando te digo hacer de ti un líder, incluye tanto el trabajo individual con una persona para elevarla de categoría, como a una organización (entrenamiento de un equipo de personas).

Cómo lo hacemos.

1. Entender a la persona y su entorno como sistemas.
Trabajamos sobre la persona o la organización como un sistema (una célula), que opera a su vez sobre un sistema (entorno). Lo hacemos para que a través de su acción (trabajo, actividad) en el entorno en el que opera, produzca mejores resultados y aumente su impacto y productividad.

2. Cómo producimos la intervención.
Partimos de un diagnóstico de la persona u organización para determinar su nivel de desempeño en 6 Dominios básicos y 9 Niveles de excelencia del liderazgo. A partir de ese diagnóstico desarrollamos un plan de acción y evaluamos los resultados.

3. En qué consiste el entrenamiento.
El entrenamiento se aplica en el desarrollo práctico de proyectos o actividades que elige la persona o la organización (aprender haciendo, aprender trabajando).

Para que una persona o un equipo alcancen un alto desempeño en la práctica del liderazgo tienen que desarrollar 6 Dominios transversales (escuchar, declarar, afirmar, enjuiciar, pedir, prometer). Se trata de saberes prácticos no perecederos, su adquisición es ubicua (puede operar en todas las facetas del individuo: empresa, familia, organización …).

A partir de aquí, y en paralelo, dependiendo del diagnóstico inicial se trabajan lo que nosotros denominamos 9 Niveles de excelencia del liderazgo: dirección, relaciones internas, relaciones externas, trabajo, aprendizaje, renovación, emocionalidad, planificación y evaluación.

El desarrollo de líderes incluye también una serie de Saberes críticos que se van aplicando en función de las capacidades y necesidades de la persona o equipo.

Este método produce una transformación personal u organizacional que se mantiene en el tiempo, propiciando un cambio cultural y de liderazgo de gran calado.

¿Quieres ser un líder o una organización líder? No hay tiempo que perder. Adelante!!!

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