Piensan por nosotros, construyen nuestras conversaciones, hablan por nuestras bocas, manejan nuestras decisiones, crean nuestras emociones y provocan nuestros estados de ánimo… Claro, a no ser que aprendas a leer sus códigos y a escapar de la trampa. Vivimos en una sociedad alienada que destroza las funciones críticas del individuo, su creatividad, innovación, emprendimiento y liderazgo. Nuestras vidas están dirigidas, nos mantienen en estado zombie, entretenidos y anestesiados. ¡Despierta ya coño!
Un puñado de mequetrefes gobiernan tu vida y la mía: caos, miedo, culpa y odio.
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