Una escuela de rebeldes. ¿Por qué no? Yo me declaro en rebeldía. ¿Y tú?
Si me preguntasen qué cosas importantes hemos perdido en los últimos años, respondería que además de altas dosis de sentido común, una carga enorme de rebeldía.
La rebeldía es un bien preciado que agita y moviliza al ser humano, definitivamente debemos recuperarla y ejercitarla. No les extrañe que dentro de unos años sea una parte valiosa del curriculum personal y en la entrevista de trabajo te pregunten: bueno y usted cómo anda de rebeldía. Está claro que en las organizaciones del futuro tendrán más cabida los inquietos rebeldes que los metódicos obedientes.