Podríamos definir el talento como la suma de capacidades innatas o adquiridas para hacer una diferencia en una actividad o ámbito de la vida.
Si el esfuerzo de las instituciones y las organizaciones estuviera enfocado en descubrir y potenciar el talento de las personas, seríamos más ricos, no habría desempleo, tendríamos menos enfermedades… Seríamos más felices.
Todas las personas tenemos un don para algo, tenemos un espacio en el que encontramos la inspiración y nos elevamos, un lugar donde entramos en conexión con lo divino. Cuando encontramos ese sitio y habitamos en él nuestra vida alcanza significado, valor y sentido de la trascendencia.
El problema es que nuestra sociedad, nuestro sistema educativo, nuestra cultura son asesinas en serie del talento. No es que no lo favorezcan, es que sistemáticamente lo exterminan, son armas de destrucción masiva del talento.
Fagocitar el talento está en el ADN de nuestras organizaciones. El talenticidio es una mala práctica secular vinculada al celo por conservar el status y el poder en las organizaciones.
La aniquilación del talento se ha transmitido desde el ámbito del poder al resto de organizaciones humanas, hasta convertirse en una lacra social en nuestros días.
Muerte al que se mueva, ostracismo al que destaque, guerra al que prospere, burla al que se atreva; a mayor talento menor recompensa social. O terminamos con esta cultura, o ella acabará con nosotros.
En este pobre ecosistema, la gran masa de talento social permanece inexplorada y oculta. Prueba de ello es que si preguntamos ¿cuál es tu talento? La gran mayoría responderá: no lo sé.
De verdad, necesitamos un gran pacto social por el talento, si lo hacemos, el emprendimiento y el liderazgo florecerán. Si detrás de cada persona identificamos un talento y un plan para hacerlo florecer, será la propia persona la que se declare líder y emprendedora de su vida.
El talenticidio comienza en casa, en la cuna, y se consuma en la escuela. El talento es múltiple, tiene millones de manifestaciones relacionadas con los dominios físico y corporal, emocional, lingüístico, lógico-matemático, artístico…. Remite a los diferentes tipos de inteligencias. El problema es que en nuestro paradigma nacido del influjo de la Ilustración y la Revolución industrial sólo está bien valorado el talento asociado a un conjunto de dominios (memoria, cálculo, expresión …), frente a otros que gozan de poca o nula consideración (corporal, artístico, emocional). De esta manera el talento solo se reconoce en un limitado ámbito de actividades de valía práctica para la lógica productiva de la sociedad industrial, mientras que el reconocimiento en el resto solo ha sido patrimonio de un reducido número de artistas, escritores, deportistas, etc.
En función de esta visión reduccionista a las personas desde la infancia se las define como talentosas o no talentosas, marcándolas con este estigma de por vida. No podemos ni imaginar el daño que esto nos hizo y nos está haciendo, los errores catastróficos e irreparables que estamos causando los padres, los educadores, los creadores de opinión; cuando decimos: tú no vales para esto, debes estudiar esto, eso no tiene futuro, eso no tiene salida, de eso no se come… La marca que deja en las personas es imborrable, impidiendo que millones de nuevos futuros ocurran.
Cuando vuelvo la mirada atrás, a la escuela de hace 40 años y veo a mis compañeros de aula, reconozco sus talentos y lo lejos que podían haber llegado en la vida si el sistema educativo y el entorno social hubiese sido otro. Qué desazón, qué desperdicio de talento, qué generación desaprovechada. Sí, es verdad que algunos de ellos desplegaron su potencial, pese al sistema educativo.
Necesitamos políticos que piensen en el futuro, educadores con compromiso y personas con nuevos valores para crear un pacto por el talento, en aras a proporcionar a cada persona las herramientas para descubrir y desplegar su pasión. Ese es el espíritu de cualquier reforma educativa o ley del emprendimiento en el siglo XXI. Crear una sociedad de personas activas, emprendedoras y con capacidad de liderazgo tiene esta condición ex-ante.
Mientras esto llega, te ofrezco 14 palancas para que comiences a levantar tu talento.
Palanca 1 > Tú lo tienes. Si piensas que no, estás equivocado.
Palanca 2 > Desde hoy pasa a ser la fuente y el eje que mueve tu vida.
Palanca 3 > Si aún no lo conoces. No pares hasta que lo descubras y lo resumas en una frase.
Palanca 4 > Trucos para encontrarlo. Responde brevemente a estas preguntas: ¿qué te gustaba cuando eras nińo? ¿Cuál ha sido siempre tu sueño secreto? ¿Qué se te da bien? ¿En qué destacas? ¿En qué se te pasa el tiempo volando? ¿Cuál es tu hobby? ¿Qué cosa te gusta hacer aún pagando dinero? ¿A qué te dedicarías toda la vida?
Palanca 5 > Desmonta las excusas que te impiden desplegarlo. Ya sabes: es muy difícil, no tengo tiempo, fracasaré …. Piensa en otros que partiendo de condiciones más difíciles lo están haciendo.
Palanca 6 > Desenmascara a los asesinos que lo aniquilan, matadores de sueńos, ladrones de energía.. los que te roban la ilusión, los que te dicen que nunca podrás… Libérate de ellos, sácalos de tu vida, a la mierda con todos!!!
Palanca 7 > Armonízalo con tu pasión. Si no es posible, quédate con la pasión y poténcialo para alcanzarla.
Palanca 8 > Haz un pacto a sangre y fuego contigo mismo. Prométete que dedicarás todo el tiempo y la energía necesaria a desplegarlo y cumplir con tu sueño. Si llegas a este compromiso lo conseguirás.
Palanca 9 > Dedica todos los días 10 minutos a visualizarte en posesión de tu sueño, desplegando todo tu potencial. Una fuerza invisible te pondrá los medios para ayudarte a alcanzarlo.
Palanca 10 > Crea una comunidad de personas dispuestas a seguirte. Personas agitadas por la carga energética del mismo deseo.
Palanca 11 > Cultívalo cada día de manera metódica, perfecciona los conocimientos, la técnica, los contactos.
Palanca 12 > Crea un conjunto de hábitos de trabajo y entrenamiento hasta que formen parte de tu vida, de tu divina rutina.
Palanca 13 > Vincúlalo con tu actividad laboral. Elabora el plan para convertir tu pasión en tu trabajo, en tu forma de ganarte la vida.
Palanca 14 > Actúa. Elabora un plan para obtener resultados prácticos y ejecútalo. Puedes empezar por cumplir el objetivo de que te paguen los 100 primeros euros por ofrecerlo. Luego perfecciona el servicio que diste. Multiplícalo y amplía tu base de clientes.
Ya tienes tu talento en acción !!!!