NUESTRO ANÁLISIS
Personaje famoso entre famosos, con una visión y convicción sobrenatural, con una seguridad en su causa que rebasa los límites de la fe para situarse en la frontera de la certeza.
Dominador sin igual de la comunicación, con una capacidad de conexión magnética y empatía total desde la autenticidad.
Creador de un campo emocional de alta energía en torno a sí, capaz de producir entusiasmo a raudales y seducción sin límite.
Consecuente como nadie, hizo gala de una valentía sin concesiones hasta la inmolación personal, en rebeldía con el poder y la tradición a la que se enfrentó con un compromiso, entrega y dedicación para enmarcar.
Posiblemente estemos ante la persona más influyente de la historia de la humanidad, su autoridad fue y es monumental, convirtiéndose en un referente para la conducción de muchas comunidades humanas.
A todo liderazgo se le pueden poner «peros»: dejó tirada a la familia, tuvo momentos de duda, es muy fácil prometer un cielo, su «institución y seguidores» han generado codicia, guerras, terror, sufrimiento, …. La evaluación del liderazgo siempre dependerá del punto de vista del observador que la realiza, es como la historia («la verdad» la escribe siempre el que gana), todos sabemos que en su época fue un proscrito, vamos, un sin papeles, un fuera de la ley. Los grandes liderazgos surgen como oposición a una tradición.
No hay pero que valga, hasta aquí, todos los registros del Liderógrafo marcan techo.
Pero donde es realmente excelente este hombre es en los Arcanos mayores del liderazgo: Los principios que recoge su credo tienen su anclaje en lo mejor de la tradición oriental y occidental, en torno a valores universales que son comunes en las más antiguas corrientes religiosas y de pensamiento (amor, respeto, compasión, perdón, justicia), él las aunó en una proclama: ama a tu prójimo como a ti mismo.
¿Y el legado? Descomunal, no conozco a ningún mortal que haya mantenido abierto su «chiringuito» más de 2000 años ¡y sin cambiar los muebles!
Liderazgo es reproducción y crecimiento, y esto se hace creando jerarquía y disciplina organizacional. Los líderes reproducen líderes y crean una cadena de mando para hacer crecer la organización cuando ellos falten.
Tan grande es el liderazgo de Cristo, que el propio modelo y concepto de liderazgo lo cambió, dotándolo de vigencia para muchos milenios y haciendo un gran favor a todas las escuelas de liderazgo del futuro (incluidas las actuales). Dejó definido el método y la hoja de ruta para formar líderes: sólidos principios, una doctrina, una promesa, un compromiso, clientes digo discípulos, formación de apóstoles, apostolado, crecimiento explosivo de clientes…. Lo dejó todo hecho, el diseño de la obra fue celestial, otra cosa es lo que terminaron haciendo los arrimados, pero sobre eso nadie puede ejercer control, ni el mismo Jesucristo. Juzgarlos a ellos sólo lo puede hacer el Liderógrafo, y ante él tendrán que rendir cuentas.
Chapó para Jesucristo, para quitarse el sombrero, «cum laude».
