Las ideas cambian el mundo. Y una mierda!!!
Las ideas no cambian el mundo, quitaos eso de la cabeza.
Claro que es mejor tener ideas (buenas) que no tenerlas. Lo de tener ideas y producir ideas es un complemento de uso obligatorio en todos los cerebros del siglo XXI; es como la enseñanza primaria en el siglo XX.
Ideas tenemos a mansalva: bancos de ideas, ideólogos, “ideadores”, pensadores de ideas, expertos en ideas, celosos guardianes de ideas, endiosados con sus ideas, think-tank …
Al contrario de lo que podríamos pensar, no existe tanta escasez de ideas. Lo verdaderamente escaso y por consiguiente valioso, son los que echan a rodar las ideas, los que ponen las ideas en acción.
Una idea es un trasto muerto en una estantería, un fósil en una cabeza perezosa, un tesoro sin valor en la mente de un alumbrado sin luces, un candidato a cadáver, una joya pisoteada por el escarnio y la burla del público. Hasta que hace su aparición en la escena, un héroe o heroína y dice: te quiero!!! Prometo pasar todos los días de mi vida contigo!!! Me entregaré a ti!!! Te pasearé por el mundo como a una reina!!! Te haré crecer!!! No desfalleceré a tu lado!!! . Et voilà: ahí empieza a cambiar el mundo.
Que suenen las campanas!!! Alguien ha convertido a nuestra querida idea en oferta para el mundo. El ideólogo se ha pasado a la acción, se ha llenado las botas de barro, ha escuchado de verdad las sensibilidades, necesidades y preocupaciones de su público, ha ofrecido y se ha equivocado, ha rectificado, se ha caído y se ha levantado… Hasta que su querido público le ha dicho: así está bien, te lo compro.
Duda de quien dice tener una buena idea y no hace nada con ella, de los gurús de las ideas, de quien tiene muchas ideas y está comprometido con todas (es como los maridos o mujeres infieles), de quien tiene una idea tan buena que si la cuenta se la roban, de quien dice que la culpa de que no se haga su idea es de otros…. Aquí estoy muerto con mi idea, dirá en sus esquelas funerarias.
Pongamos nuestras ideas en acción. ¿Empezamos?
Interesate tu reflexion Juan, somos muy idealistas , y es verdad sino lo llevamos a la accion no pasa nada, solo queda en simples ideas. Gracias por tu comentario.
Me parece un golpe de realidad muy necesario.
Me gustó la frase final «Aquí estoy muerto con mi idea.» y ahora me aterra pensar en todas las ideas que tengo…. y lo inútiles que realmente son ahora mismo….
¡¡¡ muchas gracias !!!
Pingback: 10 Retos para emprender y ser protagonistas en el mundo del 2050. | El blog de Juan Carlos Casco