Madre mía. ¡La estamos liando parda!

No sé quien dijo, y estaba en lo cierto, que un estadista piensa en la próxima generación y un mal político piensa en los próximos cuatro años.

Ya he dicho en otras ocasiones que nuestro futuro como sociedad depende de ensanchar la base de emprendedores, y para que eso ocurra lo primero que necesitamos es que quien toma las decisiones sepa lo que es el emprendimiento.

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El emprendimiento es una actitud ante la vida, es una realidad que opera en todos los ámbitos y facetas de la actividad humana y se sustenta en una serie de saberes prácticos que pueden ser entrenados.

Qué pasa cuando quien tiene responsabilidades en materia de economía, emprendimiento y empleo no sabe que estamos en un cambio de era, en un nuevo tiempo, en una civilización postindustrial. Pues que piensa que el futuro será una réplica o un mero apéndice del pasado.

A nuestros gobernantes no les podemos pedir que entiendan que estamos en un tiempo nuevo, porque no lo vamos a conseguir. En su carga genética la concepción del tiempo se limita a 4 años. Pero sí podemos hacer un llamamiento al sentido común para que entiendan las aberraciones que están cometiendo por no entender en qué mundo vivimos.

Cuando hay un cambio profundo como el actual, necesitamos un nuevo paradigma para ver la realidad y tomar decisiones. A alguien que tiene una enfermedad nueva no podemos suministrarle un cóctel con los fármacos que se trataban las viejas enfermedades.

A día de hoy resulta que la enfermedad más devastadora que padecemos es el desempleo. Veamos el cóctel de fármacos que nuestros gobernantes han prescrito para los 6 millones de enfermos y los millones que con la actual terapia  se sumarán a la lista en los próximos años.

Entienden nuestros responsables que las políticas de empleo y emprendimiento se sustentan en tres pilares principales, pensando en la lógica de la era industrial: que la gente busque activamente empleo, que la gente cree una empresa y que la gente se forme más.

Imaginemos la hipótesis de trabajo de que la gente se va a volver obediente y va a seguir las recetas al pie de la letra (cosa que no va a suceder porque la gente no es tonta).  Lo vamos a analizar en una proyección de escenarios de futuro a través, por ejemplo, de los titulares de los principales diarios nacionales.

Escenario 1. Todos a buscar trabajo.  Día 1 del desastre: «6 millones de españoles se echan a la calle buscando empleo», «colapso de los portales de empleo en internet», «colas kilométricas en las oficinas de empleo», » miles de empresas cierran sus puertas a los demandantes de empleo». Día 15 del desastre: «grandes manifestaciones en el país, los desempleados denuncian el engaño del gobierno». Día 30 del desastre «crisis de gobierno sin precedentes, el presidente acepta la dimisión en bloque de todos sus ministros», «el presidente reconoce públicamente el error: efectivamente, debimos entender que no había 6 millones de empleos esperando a ser encontrados».

Veamos que nos dice el sentido común:  cuando alguien en su sano juicio, desde la responsabilidad de un cargo o una autoridad, pide a otros que busquen algo es porque  algo se ha perdido o hay algo que encontrar. Cuando alguien juega con los desempleados y los moviliza tiene que ser consciente de no crear falsas expectativas, de lo contrario sería un irresponsable o un incompetente.

Veamos que nos dice la responsabilidad: para decir a 6 millones de personas que busquen empleo, se presupone al menos que hay algunos millones de ofertas de empleo disponibles.

Escenario 2. Todos a crear su empresa. Día 1 del desastre: «fervor emprendedor, millones de desempleados tramitando la creación de su empresa». Mes 5 del desastre: «frustración en la calle. Millones de personas lo han perdido todo. Un portavoz de los afectados reconoce que los neoemprendedores no contaban con conocimientos ni practicas en este campo» . Mes 12 del desastre: «un país con 6 millones de desempleados pobres arruinados» . Mes 13 del desastre » el presidente disuelve la cámara y anuncia unas elecciones en las que no será candidato».

El sentido común dice que cuando alguien empuja a otra persona a hacer algo, lo hace desde la postura moral de haber medido las consecuencias. Emprender precisa de un ecosistema que un gobierno responsable debe contribuir a crear a través de políticas educativas,  de innovación, financiación… Esto no funciona con una ley que rebaja unos euros en las cotizaciones. No funcionará nunca ¿se apuestan algo?

La responsabilidad dice que para declarar que el emprendimiento es un eje de gobierno, ese gobierno tiene que saber lo que es el emprendimiento, conocer la complejidad del asunto, y tener el arrojo y la valentía para convertirlo en un eje transversal que afecta a todos los ministerios.

Escenario 3. Todos a formarse. Día 1 del desastre: «se registran 6 millones de demandas de formación en una sola semana» , «colapsados los servicios públicos de empleo». Mes 1 del desastre: «reunión urgente del gabinete, el gobierno reconoce que no dispone de recursos para financiar la formación y el reciclaje profesional». Mes 2 del desastre «6 millones de desempleados toman las aulas y boicotean el sistema educativo. Piden que el gobierno cumpla su palabra». Mes 3 del desastre «el presidente anuncia su dimisión».

El sentido común nos dice que el problema primero es la educación que tenemos, es nuestro sistema educativo. Como se nos ocurre decir ahora que la solución está en el problema, en volver a repetir el error. Resulta que tenemos la generación mejor preparada de la historia (yo lo dudo, sí diría que es la generación con más títulos), sin embargo  es la generación con menos posibilidades de encontrar un empleo de la historia.

La responsabilidad obliga a que cuando un gobierno dice a los desempleados que tienen que formarse, lo hace cuando tiene una estrategia y un plan de futuro para ellos.

Hay que desarrollar políticas activas de empleo, potenciar el emprendimiento y mejorar la empleabilidad. Faltaría más!!! Pero hay que hacerlo desde una nueva visión paradigmática, comprendiendo que estamos en una nueva realidad.

El problema es comprender que estamos entrando en un nuevo mundo.  El ecosistema en el que vamos a vivir no es fácil, implica nada más y nada menos, que cada persona tiene que hacerse responsable de su vida, crear las condiciones para su desarrollo, diseñar su proyecto vital y conducirlo autónomamente. En paralelo asistiremos a un adelgazamiento del estado y a la emergencia de una nueva clase política que entienda las claves que rigen esta nueva era en la que hemos entrado. No estamos en una crisis, estamos en una nueva etapa de la humanidad, la autentica crisis que tenemos es la del sentido común.

Un buen punto de partida en este momento es que los gobernantes del mundo declarasen desde la humildad, su desconocimiento e incompetencia, estaríamos todos en una buena posición de partida para iniciar desde bases solidas esta nueva andadura.

El nuevo camino será tan complejo que necesitaremos la complicidad y el esfuerzo de todos, así como voluntad para escuchar y articular propuestas conjuntas, como la que hemos realizado desde EMPRENDEDOREX en nuestro último libro: Cómo crear 1.000.000 de nuevos emprendedores en tu país, que aquí compartimos con nuestros lectores. Descargar libro.

Perdonad, suena el teléfono, me está entrando un cable.  Presidente, presidente… he tenido una pesadilla …. la gente seguía nuestras directrices y…  No te preocupes, eres muy joven, desde el gobierno tomamos estas medidas porque sabemos que la gente no se las cree y por consiguiente no va a hacerlo, seguiremos jodidos, pero por lo menos en los próximos 4 años no la liaremos parda. Dejaremos las cosas como están a ver qué pasa.

3 comentarios en “Madre mía. ¡La estamos liando parda!

  1. Cristina

    Muchas gracias, Juan Carlos.
    Tooooda la razón. Y sí, el «emprendimiento es una actitud». Una actitud de vida y para la vida. Al menos para mí.
    Y desde ahí, nosotros aportamos un granito de arena al cambio con un programa propio de emprendimiento educativo, para que en unos años la actitud sea otra bien Diferente.
    El programa se llama Programa 3E «Emprendemos en la escuela» y éste es el blog: emprendemosenlaescuela.com

    Porque podemos esperar a que el cambio lo hagan otros o emprenderlo nosotros. Por algo somos emprendedores no?

    Saludos

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    1. Juan Carlos Casco

      Gracias Cristina, estoy de acuerdo contigo en la tarea de trabajar el emprendimiento en la escuela y a lo largo de la vida. Excelente iniciativa la tuya, y contento de poderla compartir y darla a conocer. Gracias!

      Responder

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