Conozco muchas universidades que ofrecen titulaciones de Historia (yo estudié Historia). Desde mi punto de vista, entre los objetivos de la educación están: ayudar a alcanzar la felicidad, dar una ubicación en el mundo, transmitir la cultura,  ayudar al desarrollo profesional y  a ganarse la vida, y enfrentar con garantías el futuro. Para esto la importancia de estudiar historia es grande, pero en la misma lógica, no es menor dedicar un tiempo valioso a construir y habitar el futuro.  En  este nuevo currículo podrían entrar materias como: inventar mi proyecto de futuro, analizar tendencias, recrear posibles escenarios en la tecnología, pensamiento, productos, servicios, inventar futuros con otras personas ¿No creen que esto tendría un valor trascendente para nuestros jóvenes y la sociedad?

Por puro sentido común, éstas materias serán centrales en la educación del mañana, involucrando emocional y activamente  al alumno en su proceso de aprendizaje: constructivismo, aprendizaje activo, inteligencias múltiples (sobre todo la intrapersonal e interpersonal), prototipado, ontología del lenguaje (utilización del lenguaje para producir realidad), creación de organizaciones y gestión de equipos, planificación y estrategia, innovación y creatividad o liderazgo y crecimiento personal formaran parte del nuevo currículo.

No esperemos a  que este futuro que va a ocurrir lo inventen otros. Hagámoslo nosotros, pero desde un enfoque disrruptivo. Si esperamos que suceda de esta manera: señora ministra hagamos esto, señor rector lideremos esto otro…. Así no funcionará. Para que ocurra tenemos que hacerlo nosotros,  ¿Cómo?  Por ejemplo, formando equipo con profesionales, expertos y  entusiastas comprometidos, haciendo proyectos piloto  en los que ensayar la acción de manera controlada antes de poder replicarla a mayor escala en aras de crear el patrón de un nuevo camino para la educación. ¿Empezamos?

Cuando escucho la desazón de las personas que estudiaron en la universidad  y están en el paro, quejándose  de que no hay futuro en la educación les digo que estamos en la antesala de una revolución educativa sin precedentes de la que ellas pueden ser protagonistas, claro está, si toman el bastón de mando y deciden protagonizarla. Si yo fuera profesor en paro, ya lo estaría haciendo. De hecho, con todo esto por hacer no me declararía en paro.

Bueno, si a alguno de los lectores le interesa la propuesta y quiere pensar en grande, es decir: convertirla en una empresa, iniciativa educativa o nueva oferta formativa, por favor que contacte con nosotros, ya estamos trabajando en ello y  dispuestos a formar equipo para hacer de esto un gran proyecto.

Mejor juntos. Adelante!!!

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