Nuevas experiencias educativas. ¿Cómo serán los estudios en el futuro? (primera parte)

Todos sabemos que el colapso de nuestros sistemas e instituciones educativas es inminente, de hecho, el futuro de la educación ya está ocurriendo en algunas partes del mundo en torno a nuevas iniciativas que están poniendo en marcha diferentes entidades e instituciones, por eso es muy importante asomarse a esas experiencias y conocer sus principales rasgos definitorios. A continuación vamos a analizar el cambio de paradigma en la educación y los elementos constitutivos de los nuevos modelos educativos emergentes.

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La educación ante un cambio de paradigma.

Los modelos y proyectos educativos se integran en torno a la concepción de un nuevo paradigma educativo que es consecuente con la búsqueda de un nuevo esquema básico de interpretación de la realidad en consonancia con las necesidades de nuestro mundo. Cuando en una época, se plantean nuevos desafíos e interrogantes que no pueden ser resueltos desde los supuestos teóricos generales, leyes y técnicas de la época anterior; se abre paso un nuevo paradigma en la ciencia y el pensamiento, un camino que necesariamente ha de ser recorrido por la educación para acompañar el proceso.

“Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”. Thomas Kuhn.

Cuando el viejo paradigma educativo no puede dar respuesta a los nuevos retos de la sociedad, comienza a tomar forma otro nuevo, que en sus orígenes no ofrece respuestas a todos los interrogantes que se plantean, pero sí ofrece ya un conjunto de nuevos planteamientos acordes a las necesidades del nuevo tiempo. El tránsito del viejo paradigma al nuevo no está exento de tensiones.

El viejo paradigma educativo nacido del influjo de la Ilustración para dar respuesta a las necesidades de la Revolución industrial  ha agotado las respuestas para responder a los desafíos que nos planteamos como especie, aspectos que sólo pueden ser abordados desde un cambio de enfoque global que remueva las viejas estructuras educativas.

Las resistencias de las instituciones educativas al cambio de paradigma.

Unas instituciones anquilosadas en el pasado que han evolucionado muy poco en los últimos siglos, generan grandes resistencias a un cambio obligado por la dinámica y la evolución de las ciencias, la sociedad y la economía. Asistimos a una serie de tensiones y resistencias por parte de la institucionalidad educativa a unos cambios imparables que están transformando nuestro mundo.

A continuación vamos a establecer una serie de principios que van a intervenir, de hecho ya lo están haciendo, en el nacimiento del nuevo paradigma educativo, poniendo de manifiesto las resistencias que hemos de vencer a la hora de introducir cambios en la educación:

1. Un paradigma nuevo no puede ser creado o propiciado desde una mente o una organización que se rige por el paradigma antiguo. Una organización educativa no puede desarrollar un paradigma nuevo desde las bases que dieron origen al antiguo, so pena de repetir sus clichés. Una revolución no puede hacerse por contrarrevolucionarios, el cambio de modelo educativo no lo pueden liderar los que sostienen los esquemas del antiguo.

2. El desarrollo de un nuevo paradigma implica un cambio de prácticas globales en la comunidad educativa, antes que un proceso discursivo o intelectual.

3. El cambio de paradigma implica apertura al cambio y la incertidumbre, y la disposición a abandonar antiguos esquemas y patrones que ya no son útiles para enfrentar y dar respuesta a las nuevas realidades.

4. Raramente el cambio de paradigma va a partir desde el poder y la institucionalidad educativa, entre otras cosas porque ese movimiento puede dar a luz una nueva forma de poder y el nacimiento de nuevas instituciones (liquidando el antiguo statu quo).

5. Crear un paradigma es partir de unos referentes nuevos que no han sido probados con anterioridad y además ser lo suficientemente incompleto e inmaduro para no dar respuesta a todos los interrogantes. Para producir un cambio de paradigma educativo no podemos esperar a tener las respuestas a todas las preguntas, todo el conocimiento acumulado para lanzarnos al cambio; el cambio de paradigma implica aceptar la incertidumbre.

6. Alteración del orden establecido para crear un orden nuevo. Igual que la ciencia normal es la que se basa en pasos ya recorridos, en trayectos ya hechos. El cambio de un paradigma a otro es una revolución científica. El cambio de paradigma educativo supone alterar la relación de los elementos y actores que juegan en la educación.

No se puede crear teoría nueva sin romper con la teoría vieja. Lo teórico y lo empírico están unidos en el paradigma (lo que se cree y lo que se hace deben alinearse).

7. El nacimiento de un paradigma tiene que ver con la emergencia de necesidades, problemas y nuevas realidades que aparecen en un tiempo histórico (economía, empleo, sociedad…). Por eso no podemos criticar aisladamente los fundamentos que sostenían otros paradigmas, para su época eran válidos y funcionaban.

8. La emergencia e implantación de un paradigmaeducativo es asimilable al proceso de aprendizaje de Piaget: aceptación -asimilación – acomodación  – conflicto – crisis. Para instalar un nuevo paradigma en la mente individual o colectiva necesitamos desinstalar el antiguo: no podemos funcionar con dos paradigmas a la vez, al igual que un ordenador no puede operar simultáneamente sobre una misma tarea con dos programas. Y a continuación instalar el nuevo. Cuanto más tiempo llevemos operando con un paradigma, más nos costará desinstalarlo e instalar el nuevo.

El cambio de paradigma educativo nos exige un nuevo patrón de aprendizaje como propone JM Gasalla: Aprender / Desaprender / Reaprender (ADR).

9. El cambio de paradigma en la educación, es equiparable a la revolución científica que está motivada por cambios abruptos y no por procesos acumulativos de conocimiento.

10. El cambio de paradigma educativo, al igual que el científico se produce en los momentos de crisis cuando unos determinados esquemas del conocimiento y pensamiento regnantes no son capaces de dar respuesta a las anomalías emergentes (ambientales, económicas, salud, bienestar, trabajo …).

El problema de la educación es que sus cambios no están siendo consecuentes con los científicos y otros ámbitos del pensamiento y la vida, cuestión que está lastrando el progreso global.

Todo paradigma genera sus defensas ante quienes retan sus postulados. Y esto no sólo rige en el dominio científico, también en todos los órdenes de la vida (psicología, sociología, creencias, política…); pero es sobre todo en la educación, donde este hecho se manifiesta de forma más hiriente, generando un encastillamiento y una obstinación en la defensa del orden de cosas establecidas, aunque se produzcan efectos erráticos y auténticas aberraciones históricas.

«Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Einstein.

Ante la percepción de cambio inminente, los «guardianes del paradigma antiguo« intentarán refutar sin piedad las nuevas ideas y propuestas, trabajando con todos los medios a su alcance para frenar el cambio. Pero la defensa numantina de los viejos postulados, solo funcionará un tiempo, hasta que el inmovilsmo ponga en riesgo al conjunto del sistema y amenace con su implosión.

En resumidas cuentas, si quieres comprometerte con el desarrollo de una nueva educación, has de incorporar a tu argumentario los 10 principios que te he enunciado con anterioridad porque son los argumentos para neutralizar los furibundos ataques que recibirás de la vieja guardia del régimen (políticos casposos, autoridades educativas y universitarias, funcionarios obsoletos y otros adláteres). Quienes trabajamos en la puesta en marcha de nuevos programas educativos desde un enfoque disruptivo, necesitamos unir nuestras fuerzas y crear alianzas internacionales para contrarrestar un stablishment que amenaza con arruinar la vida a los niños y jóvenes del mundo.

Las nuevas propuestas serán atacadas sin piedad por una guardia pretoriana encargada de proteger unos intereses espurios, esgrimiendo argumentos epistemológicos, filosóficos, históricos, culturales y curriculares del viejo paradigma; acompañados de necedades y frases hechas: así ha sido siempre la educación, tú no eres experto… ¡Basta ya de aceptar que los cambios educativos tienen que partir de los «expertos»! Porque los expertos sólo quieren cambios cosméticos para seguir disfrutando de sus prebendas y privilegios.

Necesitamos proveernos de una gran fortaleza emocional y convicción para dar respuesta a los nuevos desafíos, sin caer en las trampas y en la inercia del pasado, huir de una tensión permanente que nos convocará recurrentemente a parchear un modelo que no funciona, a reorganizar lo antiguo, a volver a la tradición.

El cambio histórico es imparable, estamos asistiendo a las transformaciones más rápidas y profundas de la historia de la humanidad: convergencia tecnológica (bio, nano, info, cogno), transformaciones económicas, sociales, organizativas, laborales… Proceso que desembocará irremediablemente en una nueva educación. 

Enfoques comunes que están presentes en distintos programas educativos y constituyen la base del nuevo paradigma.

Realmente, ya están apareciendo numerosos proyectos educativos que comienzan a funcionar por el mundo y poseen, aún de forma embrionaria, los rasgos incipientes del paradigma educativo que se está gestando, incorporando en su diseño y ejecución elementos disruptivos frente a la vieja tradición.

– Hacerse cargo de un desafío global (hambre, cambio climático, educación, salud…). El primer trabajo con la persona para conducir su proceso educativo es el compromiso, es decir, que el proceso se inicie sobre la responsabilidad de cada persona para hacerse cargo de un problema global, aprendiendo a mirar los problemas con alegría.

– Conectar el desafío global con el proyecto personal. La educación se vehicula en torno al proyecto vital de cada persona, todo el trabajo y el aprendizaje se centran en actividades prácticas para construir un proyecto.

– Los espacios educativos. Desaparece el aula como espacio de aprendizaje y se sustituye por la del taller-laboratorio-espacio de trabajo, una nueva concepción del lugar donde se aprende y actúa que pasa a a ser físico y virtual (los estudiantes pueden estar interconectados con otras personas del mundo que trabajan en el mismo desafío global) donde se crean comunidades de aprendizaje y espacios de colaboración, generando redes de alianzas y equipos trabajando en proyectos compartidos.

– No hay requisitos académicos de ingreso. Hay personas comprometidas con los desafíos globales y con su proyecto vital.

– No hay títulos ni certificados académicos. Hay resultados prácticos del proceso de aprendizaje que a su vez constituyen un elemento de valor profesional para el estudiante y su proyección a su vida personal y profesional, resultados que son acreditables y comienzan a ser ya más buscados por los empleadores que las viejas titulaciones.

– No hay profesores. Hay inspiradores y guías (mentores, entrenadores…) en el proceso de desarrollo del proyecto, realizando tareas de apoyo y acompañamiento.

– No hay asignaturas. Hay itinerarios formativos que componen los propios estudiantes, en función de los aprendizajes necesarios que necesitan para culminar con éxito sus proyectos. Cada estudiante identifica con ayuda de un guía los conocimientos específicos que debe adquirir y establece un plan para proveerse de ellos.

– No hay un plan de estudios. Hay tantos planes de estudios como estudiantes.

– No hay exámenes. Hay un proceso de seguimiento y monitorización del avance del proyecto de cada estudiante.

– No se estudia para aprobar. Se aprende para prosperar.

– No se estudia para memorizar. Se aprende para actuar.

– Todo el esfuerzo educativo se centra en el proyecto.

– Los estudiantes trabajan sobre una base de nuevas competencias de carácter transversal (competencias genéricas, emprendimiento y liderazgo), similares a nuestro Modelo 6-9.

– Se incorporan la nuevas tecnologías de la educación y el aprendizaje, en especial en la modalidad MOOC.

En el modelo concreto que estamos trabajando, los estudiantes ingresan desde un compromiso demostrable, a partir de ahí comienza el trabajo con sus entrenadores, con los que diseñan su plan de estudios y trabajo, para garantizar su continuidad, periódicamente exponen el esfuerzo realizado y los avances, la colaboración se convierte en obligatoria, siendo necesario integrarse en redes de colaboración (internas y externas) para la realización de los proyectos propios y la generación de sinergias con otros… El primer requisito de ingreso para cada estudiante está en la firma de un contrato con la entidad educativa en la que formula por escrito sus compromisos, cuando éstos se rompen injustificadamente, el estudiante ha de abandonar el programa…

Cómo ingresan los estudiantes en los programas educativos. Una mirada sobre un proyecto real.

Gran parte de los esfuerzos del sistema educativo será trabajar y comprometer a las personas con los desafíos globales, como forma de establecer una responsabilidad y toma de partido por el todo, comprometiéndose cada persona a hacerse cargo de una parte (proyecto vital).

En este apartado, las nuevas estrategias educativas se están diseñando para conectar a las personas con la realidad de su mundo (comunidad, ciudad, país, humanidad); para que se vean parte de sus problemas y soluciones, eso requiere un esfuerzo para desarrollar nuevas competencias relacionadas con la imaginación, la creatividad y la innovación. Las nuevas competencias que se trabajarán desde la edad temprana serán genéricas, como base de una vida emprendedora.

Para continuar los itinerarios formativos, cada persona hace suyo un compromiso personal con un desafío global. En ese proceso se valora  la trayectoria personal con ese compromiso (voluntariado, trabajos realizados para la comunidad, otros trabajos y méritos…). 

Objetivo: desarrollar un compromiso con el mundo.

Los candidatos a ingresar en los programas, necesitan hacer una defensa de su proyecto vital en conexión con su compromiso global, en ese proceso se evalúa: el compromiso personal, la emoción  y la voluntad de llevarlo a cabo, el grado de definición del proyecto, la disposición al aprendizaje, la actitud…

Objetivo: desarrollar un compromiso con uno mismo (que cada persona sea capaz de hacerse cargo de sí misma).

Las personas candidatas a participar en los nuevos programas educativos, necesitarán mostrar su disposición a trabajar en equipo, implicarse e involucrarse con otros estudiantes. Los criterios que se evalúan son: actitud para el trabajo en equipo, compromiso, implicación real.

Objetivo: desarrollar compromiso con los demás.

Los nuevos programas educativos en sus pruebas de acceso incluyen : defensa de un proyecto, elaboración y presentación de un prototipo del proyecto, creación de redes de colaboración e implicación de otras personas con el proyecto.

Cómo se desarrollan  los planes de trabajo y estudios.

El aprendizaje de los estudiantes se programa «a la carta» en función del proyecto y plan de trabajo de cada participante en torno a su proyecto.

Los estudiantes diseñan su plan de estudios, guiados por los entrenadores. Cada estudiante establece su plan de aprendizaje en torno a 3 modalidades: aprendizaje presencial, aprendizaje MOOC y aprendizaje fuera del centro (estancias en otras organizaciones o empresas para conocer su know-how, compromisos de colaboración…).

Compromiso de aprendizaje de competencias clave en torno al Modelo 6-9: cada estudiante se compromete a realizar talleres donde adquiere competencias genéricas y capacitación en  emprendimiento y liderazgo; en torno a los cuales vertebra su proyecto emprendedor.

Laboratorio de proyectos: espacios donde se desarrolla un trabajo práctico de construcción y materialización de proyectos, con la participación y feedback de clientes, proveedores, prescriptores, financiadores, competencia. Se trata de llevar el proyecto a la calle y a la ejecución real en su entorno.

Todos los procesos cuentan con formación presencial, MOOC y trabajos en los espacios y entornos reales donde cada estudiante lleva a cabo su proyecto.

Plantilla de progreso individual de trabajo y aprendizaje: para cada estudiante hay una  plantilla desde la que monitorizar el proceso de realización y materialización del proyecto y aprendizaje. Dicha plantilla contiene tres apartados: aprendizaje de competencias profesionales (en el ámbito de cada proyecto), aprendizaje de competencias esenciales bajo el Modelo 6-9 (competencias genéricas, emprendimiento y liderazgo), y plantilla que mide el grado de evolución y desarrollo del proyecto (avance del proyecto).

Cómo se configuran  la red de entrenadores (guías, mentores…) en los nuevos modelos.

La desaparición del concepto de profesor como proveedor de contenidos para ser memorizados y repetidos en un examen, se sustituye por nuevos roles y perfiles.

Los programas educativos cuentan con equipos de entrenadores vinculados con los programas educativos (contratados o subcontratados, voluntarios…).

Hay entrenadores en competencias claves (genéricas, emprendimiento y liderazgo), a través de talleres prácticos de acompañamiento al diseño de los proyectos.

Hay entrenadores (guías) en competencias profesionales que ayudan a cada estudiante a identificar los conocimientos que debe adquirir para hacer realidad su proyecto, dependiendo de su temática.

Los programas educativos establecen redes de alianzas con otras organizaciones para integrar a sus estudiantes en actividades de aprendizaje real.

Cada programa educativo determina quién puede ser entrenador, roles, tareas, tiempos, compromisos…; en función de cada programa y objetivos a conseguir.

En todo caso, los entrenadores tienen funciones de apoyo al diseño del plan de trabajo y estudios de cada estudiante, tutorías o tareas de seguimiento, reorientación del trabajo, aprendizaje y reprogramación.

Estamos sin duda en la antesala de un nuevo momento histórico para la educación y su refundación, acorde a las grandes transformaciones que se están operando en nuestro mundo. Los enemigos que tenemos que vencer y las dificultades son grandes, no podemos pretender que los nuevos proyectos sean perfectos, o contengan todas las respuestas; como siempre en la historia, para avanzar, necesitaremos hacer camino al andar, aprender de los errores y cuidarnos de no caer en las inercias del pasado.

De hecho, esta senda ya la estamos transitando con gobiernos, instituciones y organizaciones amigas de varios lugares del mundo, experiencias nuevas que muy pronto te vamos a presentar para que te puedas sumar a ellas y ser parte de una revolución educativa que se abre paso de manera imparable en el mundo. CONTINUARÁ.

No hay tiempo que perder. Adelante!!!

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Un comentario en “Nuevas experiencias educativas. ¿Cómo serán los estudios en el futuro? (primera parte)

  1. Manuel

    El cambio hacia nuevos modelos educativos esta marcado por la innovación que llega a nuestras manos, el conocimiento que recibimos a través de un clic, todavía no sabemos gestionarlo. Muchos sectores analizan y observan que la tecnología gobierna nuestro tiempo (nos utiliza), esto ha sido material de estudio para Max Ventilla, ex colaborador de Google, que como veréis en su artículo (los ingenieros reinventan la escuela), nos habla de los resultados que se obtienen de la alianza entre ingenieros y educadores para alcanzar un modelo de aprendizaje que optimiza los resultados individuales de los alumnos, utilizando los recursos de nuestro tiempo eficientemente.

    Siempre me ha parecido bastante irónico que los padres de la tecnología punta de los últimos decenios se muestren, para las cuestiones educativas, antitecnológicos feroces. Que Steve Jobs y demás genios de Silicon Valley hayan enviado a sus hijos a escuelas de «low technology» como las Waldorf o Montessori me parece un mensaje muy claro sobre la relación peligrosa y altamente perniciosa que puede establecerse entre los niños y la tecnología. Son ya, admitámoslo, una generación apantallada.

    Pero ¿qué pasaría si invertimos la ecuación y en vez de esclavizar a los niños ante pantallas hacemos exactamente lo contrario: ponemos la tecnología al servicio de la educación para conseguir que cada alumno pueda explorar al máximo su potencial de aprendizaje? Es la filosofía que inspira a la escuela Altschool.

    ¿Tiene aún hoy sentido que un profesor dé la misma clase a 30 alumnos, cada uno de los cuales tiene un perfil, unas capacidades y un ritmo de trabajo diferentes? La pregunta no es baladí. No, ya no tiene ningún sentido porque hoy en día la inteligencia artificial permite personalizar la enseñanza para cada alumno. La alianza entre educadores e ingenieros es ya una realidad en escuelas como la americana Altschool, fundada por un ex de Google, Max Ventilla.

    Cada mañana los alumnos de esta escuela llegan con una «playlist educativa diferente». Funciona con una inteligencia artificial cuyo algoritmo observa qué ha trabajado el alumno el día anterior con el objetivo de proponerle al día siguiente un programa que no sea repetitivo y que esté adaptado a sus necesidades y a lo que desean aprender. Las playlist son elaboradas con la colaboración de los profesores, que cada día entran en el software sus observaciones sobre cada alumno para «alimentar» el programa.

    Para la escuela es importante el avance académico de cada alumno pero también el crecimiento en valores no propiamente académicos como la perseverancia, la capacidad de trabajar en equipo o la proactividad. Son estas características personales y no sólo los conocimientos académicos lo que permitirá a los niños triunfar en el mundo del futuro, según Ventilla.

    La primera escuela Altschool fue inaugurada en 2013 y hoy en día se trata ya de una red de 7 escuelas implantadas en la bahía de San Francisco, Palo Alto y Nueva York. En la web de la escuela se lee que la tecnología y el conocimiento están transformando la sociedad a un ritmo acelerado. Y que por lo tanto ya es hora de que aceleremos también nosotros nuestra concepción del aprendizaje.

    Ventilla explica en un vídeo que el modelo educativo tradicional, hijo del siglo XIX, promovía una educación masificada porque se necesitaban trabajadores en masa. La escuela clásica convierte a los niños en ordenadores, por así decirlo, pero los ordenadores ya existen y por lo tanto no aporta ningún valor añadido hacer este mismo trabajo. El nuevo sistema educativo disruptivo que él intenta implantar busca adaptarse a las nuevas necesidades del siglo XXI y formar hombres y mujeres con conocimientos pero, sobre todo, con competencias y habilidades personales que les abran las puertas del éxito profesional.

    Acabo como empecé, con mi sorpresa agradable por el interés de los ingenieros por renovar el sistema escolar pasado de moda. Me parecería más «lógico» si la iniciativa viniera de políticos, académicos, pedagogos o de padres de familia, pero ¿de los ingenieros? ¿Es una escuela como la Altschool realmente la escuela del futuro? El futuro, y sólo él, nos lo dirá.

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